Yoongi bufó molesto, cruzó sus brazos haciendo claro su berrinche y frunció el entrecejo.
Creyó que no había nada peor que estar toda una semana con Hyosoo, pero definitivamente se enteró de algo mucho peor cuando se disponía a almorzar con su novio.
Hoseok le entregó un pequeño plato de Kumamon a la niña con la medida de comida que le indicó Seokjin y a la temperatura correcta, y la chiquita gustosa comió con cierta torpeza.
De igual manera, sirvió en otro plato comida para su novio y se lo entregó.
Yoongi aún no se llevaba el primer bocado a la boca y a Hoseok se le ocurrió hablar.
— Se me está haciendo tarde — fue a penas un murmuro, pero el mayor lo escuchó perfectamente.
Estaba loco si creía que lo dejaría solo con esa mocosa.
— ¿Tarde para qué? Jung Hoseok, más te vale no estar pensando en irte.
— Sólo serán un par de horas, no pasará nada si te quedas solo con ella.
— En un par de horas ésta niña me provocará el síndrome de María Antonieta.
— Tú no sufres de alopecia, cariño.
— ¡Me vale! Entonces yo crearé uno nuevo, mis canas serán por puro estrés y entonces lo llamaré síndrome de Min Yoongi.
El menor soltó una risita y se acercó a su berrinchudo novio, besó con ternura la comisura de sus labios, se dirigió a la pequeña y le depositó un besito en su frente.
— Nena preciosa, pórtate bien mientras estés con tu Yoongi oppa, ¿está bien?
Hyosoo asintió y se llevó una buena porción de comida a la boca.
Hoseok iba saliendo de la cocina cuando una mano en su antebrazo lo detuvo.
— Te juro que si mañana vuelves a dejarme con ella, estarás los próximos tres meses en abstinencia.
Esa sonrisa tan característica adornó el rostro del menor, dejó a la vista sus dientes y sus pómulos formaditos.
Recibió un piquito en sus labios y vio como Hoseok se acomodaba sus zapatos en la entrada de la casa.
Sin duda tendría que considerar seriamente una abstinencia para su novio, últimamente estaba demasiado insolente y hacía lo que se le diera la gana. ¿Quién se creía que era? Puede que Yoongi sea el pasivo durante el acto sexual, pero seguía siendo el mayor y el maduro en la relación.
Volvió a sentarse en su silla y comenzó su almuerzo, con los ojos de la niña clavados en él.
Hyosoo era la perfecta combinación de sus amigos. Era idéntica a Seokjin, pero había heredado la boca y la piel de Namjoon. Sería guapísima cuando creciera. Posiblemente tendría muchos pretendientes.
Definitivamente Namjoon tendría un trabajo muy difícil cuidando a su princesa.
Sí, claro, princesa. ¡Mocosa infernal!
En cuanto acabó su comida corrió hasta la sala de estar y dejó todo una porquería, todos los cojines estaban esparcidos por el piso, al igual que todos los juguetes que había llevado.
Yoongi inhaló profundo. Recordó las cien razones por las que no podía ahorcar a Hyosoo y exhaló.
En su bolsillo sonó el adorable timbre de su celular que indicaba un nuevo mensaje o notificación, lo desbloqueó y abrió su conversación con Hoseok.
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|| Padres por una semana || YoonSeok
Fiksi Penggemar"¡¿Por qué rayos aceptaste cuidarla?!" 🌸YoonSeok 🌸NamJin 🌸Historia corta