Capitulo 1

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Me levante a las 7 am flashes de lo que ocurrió la noche pasada pasaban animadamente por mi cabeza, una resaca invadió totalmente mi cabeza <mierda>, me levante a zancadas y fui al baño, abrí el grifo dejando templar, metiéndome y relajándome por completo. Saliendo de la ducha me puse para ir a mi primer día en el último grado de la prepa, una camisa blanca con letras en negro diciendo “The Beatles”, unos jeans negros, mi campera de cuero negra y mis convers blancas. Intente peinarme, pero parece que el peine me odia, entonces me puse mi gorrito de lana rojo y baje a desayunar. Me dolía la cabeza como la puta madre, entonces tome unas pastillas para mi enorme resaca. Ya pronta agarre las llaves de mi moto y me monte en ella. Conduje hasta encontrarme con mis mejores amigas y de ahí partimos a la prepa. Ya llegando un frio paso por mi columna vertebral, eso solo se puede significar algo…habrá problemas. Estacione mi moto en el estacionamiento  y entre a la maldita institución.

Entrando a esta cosa, que las chicas al igual que yo conocíamos de antes. Pasamos por el amplio y largo corredor y divismos puertas, que por lo visto son los salones. Cada salón tiene la personalidad del profesor, que algunos la tienen echa mierda. Doblando a la derecha quedan los casilleros, fui al mío y guarde mis materiales. Fuimos hasta la cafetería, algunos nos miraban de arriba para abajo <babosos> y como no nos mirarían. Lía es una chica alta; flaca; tés blanca; cabello largo y rubio; ojos grandes color miel; labios delgados y rosas. Estaba vestida con una camisa que dice “smile” blanca con gris; una pollera con encaje negro y sus convers. Mary es alta; media delgada; tés morena; cabello negro y enrulado; ojos azules; labios gruesos. Estaba con un vestido negro 3 dedos arriba de su rodilla; con unos tacones. Yo soy un poco alta; pelo castaño casi rubio con una especie de ondas por no peinarme en las mañanas; tés diría que café con leche; ojos café claro; mis labios son finos pero carnosos color rosa. Por eso hay más babosos atrás de ellas que de mi <por suerte> pero no hay solo miradas pervertidas, sino que también de odio asía nosotras, y dirán ¿de quiénes?  Y yo respondo: de las rubias plásticas sentadas junto a los jugadores, que por cierto tiene la mirada clavada en nosotras. Evitando miradas nos sentamos en nuestra mesa y comenzamos a charlar. Hasta que suena el timbre, el director viene y dice su aburrido discurso. Yo estaba revisando mis mensajes cuando escuche - ¡ Y bienvenidos al Colegio Rodó!- dijo haciendo que esto se volviera aleatoriamente repugnante para algunos.

Pretty HurtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora