Conociendo Ancéstris.

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Me despertaba abrazada por el frío de la mañana, el olor de la lluvia era exquisito, la iluminación gris era una de mis favoritas, estos sencillos factores me sacaban una sonrisa. Coloqué los pies desnudos en la madera fría del suelo y caminé por mi habitación recontemplando cada rincón, memorizando cada detalle de él, luego mi vista se dirigió a la ventana de cristal empañada con ciertas gotas de agua que aún se escurrían por ella, inhalé una vez más el aroma y abrí el closet de roble, en él estaban todas mis pertenencias perfectamente dobladas; visteé por un par de minutos hasta tomar un vestido rojo de corsé negro de cuero, admito que adoraba el escote elegante del pecho, me coloqué unas zapatillas de tacón de igual color y tomé mi abanico de seda. La calle estaba casi vacía, por lo tanto no había muchos que saludar y se me hacía fácil.

En las tierras de Ancéstris no saludamos como los Hireros (humanos), nosotras las chicas flexionamos las piernas hacia la izquierda con las rodillas pegadas, bajamos un poco el mentón y cerramos los ojos, los chicos con su brazo derecho levantan su mano delicadamente y la colocan en su corazón. Así nos hemos saludado desde siempre.

Llegué al restaurante y todos los caballeros me saludaron (cuando te agrada una persona desconocida lo haces), yo respondí a su saludo y me senté :

- Alía... un gusto verte por aquí, ¿qué te gustaría desayunar hoy? - me recibió la mesera Erise con una sonrisa.

- nada pesado - le contesté guiñando el ojo.

Ella asintió y se retiró a la cocina. Aquí en Ancéstris soy conocida como una de las damas más bellas y poderosas, por lo tanto las personas me tratan muy bien.

Poco después regresó otra chica con mi desayuno que consistía en un par de tostadas integrales, un poco de mantequilla y mermelada, jugo de naranjas frescas y un Homelet. Con mucha elegancia comencé a degustar el delicioso platillo. Después de terminar dejé los Almorios en la mesa y me fuí.

Los Almorios son pequeñas piedritas blancas brillantes y planas que se utilizan como el dinero. Provienen de la cueva de Almas en la frontera de Ancéstris, solo los poseedores de poderes buenos son aceptados por las almas que la custodian para retirar los Almorios, por lo tanto los impóderos solo pueden obtenerlas trabajando en puestos segundarios como ayudantes, sirvientes, segundos al mando, etc. Ancéstris es muy escaso de personas con poderes y más aún puros. Yo soy como una princesa pero aquí esos términos no existen, al igual que las reglas... esta es una ciudad muy libre y como todos trabajamos por hacer lo correcto nunca nos vemos en peligro de dañar nuestro sistema.

Más allá de la fronteras de Ancéstris está la tierra de los Hireros, solo los caballeros y escritores van para aprender de la conducta, estudiar sus costumbres, investigar debilidades y alejarlos de la ciudad.

Caminé hasta la entrada de Ancéstris y contemplé el horizonte... siempre quise conocer por mí misma el mundo humano, toda mi vida en su mayoría se basó en leer libros sobre ellos, saber qué se siente no tener ningún tipo de Mágia que te haga diferente al resto...

Ancéstris : Mágia desatada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora