Más Que Mi Amigo

2° Capítulo

Narra Dariel

Ya había terminado la clase, así que decidí hablar con Steph, ya que Drake había ido con sus amigos, todos ellos son iguales, unos pervertidos que todas las noches se acuestan con alguien diferente.

Apenas vi a Steph la llamé para que viniera hacia mí, se acercó y me abrazó, luego fuimos atrás del liceo para poder hablar tranquilamente, nadie va ahí, así que se podría decir que es nuestro lugar "secreto".

Nos salimos por un hueco en la pared, es algo pequeño, pero de milagro los dos podemos salir. Mi amiga por pequeña y yo por delgado.

Cuando llegamos ella se sentó en el césped, y yo puse mi cabeza en sus piernas mientras jugaba con su largo cabello.

-No creas que no vi las caras de asco que hacías mientras Drake te contaba a detalle su "noche de pasión".- Hizo una cara de "excitación" cuando dijo lo último, yo sólo me reí y la golpeé.

-¿Cómo quieres que no me asco? Mencionó cuando toco sus pechos.- Nuevamente hice cara de asco.

-Jajaja, que pervertido. Pero para muchos hombres eso resulta algo "totalmente fantástico", en otras palabras "tocar el cielo".-

-¿Sabes? Eso fue exactamente lo que me dijo. No puedo creer que le guste hacer eso, ni que ella se deje.-

-Ay, cariño.. A muchos hombres les gusta eso, y muchas chicas se dejan tocar así de fácil.-

-Espero que tu no seas como esas chicas.-

-Sabes que no, Dari. Cuando yo me deje tocar por un chico, el día anterior estaré vestida de blanco.-

-¡Y yo diseñaré eso!-

-Claro que sí, tú lo planearás todo.-

-¡Siii! Espero que cuando tires el ramo lo agarre yo.-

-No te preocupes, lo lanzaré hacia ti.- Entre risas y jugueteos pasamos el rato, incluso faltamos las siguientes lecciones por súplicas que le hice. Cuando pongo mi carita de perrito nadie me dice que no.

-Steph...-

-¿Sí, cariño?-

-¿Viste como se te quedó viendo Drake..?- Mis ojos se cristalizaron un poco.-

-Sí.. pero espero que deje de hacerlo porque yo jamás tendré nada con él.-

-Eso espero..-

-Ya verás que será así.-

-Es tu culpa-

-¿¿Mi culpa??-

-¡Sí! ¡Estás bien buena!-

-¿Y crees que yo le pedí a Diosito que me hiciera "bien buena"?-

-Pues no, pero podrías ser más fea.-

-Si quieres me opero y me quito todo el cuerpo.-

-Es buena idea, pero si lo haces ya no tendría en qué recostarme cuando me sienta triste.-

-Aunque me lo pidas jamás me quitaré nada.-

-¿¿Por qué??-

-¡Porque no! Y ya vamos a clases.-

-Ay, nooo.. Espera, un ratito más, ¿si?-

-¡No! Y tu carita de perro no podrá convencerme ésta vez.-

-Pero quiero abrazarte.- La tomé por la cintura y escondí mi cara en su pecho.

-Dari, ya vamos a clases.-