Narra Dariel
Nos quedamos un buen rato abrazados, ella pensando en sus problemas y yo en los míos... pero los suyos eran peores.. definitivamente mataré a Neithan...
-Darii, ya...- Se levantó de la cama y me miró con una fuerte mirada. -Ésta pijamada es para reír, ver películas de terror y llora... y ya nos estamos adelantando al llanto. Así que dejemos esto, ya. -Miró al techo decidida y con fuerza en el alma. -¡Ningún pendejo hará que llore otra vez, no señor! ¡Ésta chica tiene muchas fuerzas! Tantas fuerzas como para...- Miró la caja de pizza que había dejado en la mesita de su habitación. -Como para votar ésta pizza.- La tomó, abrió y escupió en ella.
-¿Es en serio?-
-Sí, Dariel.. Ésta pizza me la trajo el maldito de Neithan, así que la botaré.- Salió corriendo de la habitación mientras yo pensaba en si realmente lo haría, cuando llegó, llegó sin la caja de pizza, sinceramente me quedé asombrado, para ella botar pizza es pecado. Un día de le calló un trozo que se estaba comiendo, y para no desperdiciar le valió madres y lo terminó de comer.
-Definitivamente estás loca, querida...- Me levanté y la tomé de la cintura para darle un delicado beso en los labios. -¿Y si comemos las palomitas que traje?- Tomé mi mochila y saqué un paquete de palomitas de ella, para comenzar a caminar hacia la cocina.
-Siii, pero espera... me cambiaré de ropa, ésta me trae malos recuerdos...- Rió y yo reí con ella.
-Ok, estaré en la cocina.- Salí corriendo hacía el lugar ya mencionado, cuando llegué abrí uno de los paquetes y lo metí en el microondas, lo encendí y me quedé viendo el paquete girar lentamente...
Minutos después llegó Steph con un una blusa de tiras y un short extremadamente corto.
-Mejor te hubieras quedado en ropa interior.- Dije mientras reía y la miraba de arriba a abajo.
-Ay, callete... Yo duermo así, y agradece que no te parto la cara por verme de ésa manera, sólo porque sé que tú tienes gustos diferentes.-
-Siip, creeme que si quieres puedes dormir desnuda, y nunca se va a levantar la bandera.-
-No seas pendejo.- Empezó a reír como retrasada mental para luego sentarse en la mesa de la cocina.
Se quedó viendo al suelto mientras movía los pies lentamente.
-¿Sigues pensando en Neithan?-
-No... pienso en la maldita que se adueñó de su corazón..- Siguió con la mirada perdida, mientras hacía una mueca de tristeza.
-Bebé, ya... deja de pensar en eso, como dijiste; nos estamos adelantando al llanto, así que dejemoslo de lado un momento y y disfrutemos ésta noche.-
-Está bien, ya no lloraré por eso, vamos a disfrutar.- Se bajó de la mesa y me abrazó. De la nada oímos el sonido del microondas avisandonos que las palomitas ya estaban listas. -¡Sii, palomitas!- Mi pequeña amiga corrió en busca de un plato hondo para poner las palomitas recién hechas. Yo las saqué con cuidado de no quemarme y las puse en la mesa, las abrí y les eché el queso en polvo que venía en el paquete, las agité un poco y las eché en el plato que Steph había traido. -Huele delicioso.- Dijo mientras cerraba los ojos e inhalaba fuertemente el aroma a las palomitas.
-Deja de drogarte, loca.- Dije y ella me golpeó en el brazo. -¡Ay! Llevemos esto a la habitación y allá las comemos mientras vemos una película.-
-Bueno.- Agarró el plato con las palomitas y fue corriendo a la habitación.
-¡Cuidado las botas!- Fui detrás de ella con una sonrisa en el rostro... Ésta niña está loca.. mi loca...
....
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Más Que Mi Amigo
Novela JuvenilUna amistad de infancia podría cambiar cuando estos dos jóvenes crecen... Volverse totalmente diferentes, pero aún así seguir siendo amigos.. O cambiar un poco las cosas.. y las miradas...