Stephanie y yo seguimos hablando, riendo y recordando toda la noche. Mas o menos a las 4:49am Steph me dijo que ya tenía mucho sueño, sinceramente yo también, así que decidimos dormir, no sin antes limpiar un poco la cama porque habían palomitas en todos lados y no queríamos que llegaran hormigas y nos picaran.
Mi pequeña amiga durmió dándome la espalda, así que la abracé por detrás en posición de cucharita, apenas cerré los ojos caí en un profundo sueño en el cual incluía a Drake, pero no era un sueño bonito, salía él teniendo relaciones con una mujer de unos cuarenta y resto de años, mientras yo observaba desde el armario... y al parecer... él sabía que yo estaba ahí, porque me veía y sonreía, era una sonrisa maliciosa, fue un sueño muy doloroso....
....
Cuando desperté Stephanie seguía dormida, sonreí al ver lo pacífica que se veía, besé tiernamente su frente y me quedé observándola, de repente, recordé el sueño que había tenido, y la sonrisa en mi rostro desapareció...
-Darii...- Abrí los ojos como plato cuando escuché a mi amiguita susurrar mi nombre.
-¿Sii..?-
-Deja de verme así, haces que no pueda dormir...- Reí al escuchar su respuesta, ella es así, le incomoda que la vean fijamente.
-Perdón, bebé.- Dije y nuevamente besé su frente.
-¡No! Ya me quitaste el sueño. No mereces ser perdonado.-
-¡Oh, mi lady! Pido tu perdón hacia mí, y os ruego que te levantéis a hacer vuestro desayuno.-
-Deja de hablar como retrasado, y no haré "vuestro desayuno".-
-Mala.- Alboroté su cabello más de lo que ya estaba y aquel sueño pasó por mi mente. -Steph... tuve un sueño no muy bonito.-
-¿En serio? ¿Qué soñaste?-
-Soñé que Drake estaba teniendo sexo con una mujer mucho mayor que nosotros, yo estaba escondido en el armario, mientras veía todo lo que hacían, y él sólo me miraba y sonreía...-
-Wow, que sueño más fuerte... Aunque es lo que siempre hace, sólo que tú en ésta ocasión estabas ahí.-
-¿Crees que signifique algo?-
-Creo que significa que él seguirá siendo el mismo perro de siempre y tú seguirás metido en el closet.- En parte la conclusión de Stephanie era cierta. Él seguiría teniendo sexo con mujeres diferentes todas las noches... y yo seguiría escondido, viendo como el amor de mi vida se revuelca con cuanta mujer se le ponga en frente...
Bajé la cabeza y algo dentro de mí se rompió, sentí que mi mundo se caía lentamente, y yo sólo me hacía de espectador...
-Darii, no estés triste... Puede que te duela todo esto, y lo entiendo, debe ser muy difícil para ti, pero yo no quiero que te pongas así...-
Vi como mi amiga se deprimía conmigo, y por ende decidí cambiar de ánimo. Levanté el rostro y sonreí levemente, no quería que ella se deprimiera por mí, yo podía llorar cuando estuviera a solas, pero frente a ella no lo haría... Yo sólo quería verla sonreír, no quería que llorara por una estupidez mía...
-Vamos a hacer el desayuno, cariño- Me levanté, extendí los brazos y puse mi mejor sonrisa.
-Vamos...- Se paró en la cama y se tiró encima mío. La llevé cargando hasta la cocina y la senté sobre la mesa.
Fui al refrigerador y comencé a buscar algo para comer, Steph gritó mi nombre y leyó una nota que había dejado su mamá en la que decía que nos dejó pan tostado, huevos revueltos, café caliente y jugo de naranja para que desayunáramos.
-Razones por las cuales amo a tu mamá. Número uno: cocina delicioso.- Dije mientras le daba una mordida a mi tostada.
-Tú mamá también cocina muy rico.-
-Pero tu mamá más.- Tomé un sorbo del delicioso jugo de naranja para terminar de satisfacer mi hambre. Nunca había tenido un desayuno tan hermoso.
Mi papá no nos deja ni respirar cuando estamos en la mesa, las únicas veces que puedo tener una linda conversación agradable con mi mamá son cuando él llega tarde, cosa que no pasa muy seguido, ya que él casi siempre termina todo a tiempo, sin retrasos ni nada, es un hombre muy ordenado y trabajador, y la mayoría de veces llega a casa antes de las 6:00pm y mi mamá sale de su trabajo a las 6:30pm.
-Steph... ¿y Leo?-
-Por ahí debe de andar...-
-Desde ayer no la veo..- Stephanie y yo nos quedamos viendo por un momento, volteamos la mirada y las volvimos a juntar.
Rápidamente nos levantamos y salimos corriendo de la cocina a buscar a Leo, yo salí de la casa para buscarla en el patio y Stephanie se quedo en la sala. Gritábamos su nombre y la llamábamos, pero no aparecía por ningún lado. Entré a la casa y fui a buscarla al baño, pero seguía sin aparecer.
-¡Dariel! ¡¿La encontraste?!- Gritó Stephanie desde la sala.
-No, Steph, no la encuentro.-
-¿Y si se fue?- Dijo mi pequeña amiga mientras sus ojos se cristalizaban y su respiración se alteraba.
-No saquemos malas conclusiones, pequeña. De seguro anda por ahí, tal vez ahorita la encontremos.- La abracé e intenté calmarla un poco mientras acariciaba su cabello. -¿No tiene algún lugar donde se esconda?-
Stephanie se quedó un momento pensando en donde podría haberse escondido, levantó la cabeza y fue corriendo a su habitación, yo fui detrás de ella y cuando llegamos se puso a buscar entre su armario.
-¡Aquí está!- Gritó y la tomó entre sus manos para ponérsela en el pecho y abrazarla cariñosamente. -Olvidé que le gusta esconderse entre mi ropa.-
-Te dije que la íbamos a encontrar.- Acaricié la pequeña cabeza de nuestra hermosa gatita y le di un ligero beso en la coronilla.
-Si no la encontrábamos me iba a dar algo... Ésta gatita es mi única amiga...- Aunque me doliera admitirlo, era cierto... Steph no tiene amigas, ella sólo nos tiene a su madre, a su gatita y a mí...
-Tranquila, Steph... Leo nunca se apartará de tu lado, ella te quiere mucho, tú eres como su madre, nadie le da la alegría que tú le brindas cada día.- La abracé mientras seguía acariciando la cabeza de ésa pequeña bola de pelos, es una gatita tan tierna y adorable... y pensar que Steph la encontró en la calle recién nacida casi muriendo de hambre. -Vamos a la cocina a darle algo de comer, ¿te parece?-
-Sí, vamos.- Fuimos a la cocina y busqué algo de comer para Leo, encontré un paquete de croquetas para gatos en un cajón, puse un poco en su plato y se lo di para que comiera.
No imagino a Stephanie sin Leonora... Ellas dos son las mejores amigas del mundo, y sí, sólo son una gata y su dueña, pero aún así se tienen un amor incomparable.
Pareciera que fueron hechas la una para la otra, jaja...
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Más Que Mi Amigo
Teen FictionUna amistad de infancia podría cambiar cuando estos dos jóvenes crecen... Volverse totalmente diferentes, pero aún así seguir siendo amigos.. O cambiar un poco las cosas.. y las miradas...