Confesión

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Por fin, hoy le daré mi confesión a SeokJin sunbae. Después de tres largos años estoy decidido a dársela. No hay vuelta atrás. Lo espero en el jardín principal de la escuela. Espero a que haga su entrada.

Estoy tan nervioso. Siento que mis manos tiemblan. No se si estoy respirando pero aún estoy de pie. Me tocó la cara para estar seguro de que no esté sudando. Me había puesto un poco de maquillaje ya que estuve toda la noche leyendo y escribiendo numerosas veces la letra. No quería ser cursi pero a la vez sentía que no expresaba al total mis sentimientos. Así que espero que esta carta sea algo entremedio. No quería ser tampoco cómo las miles de chicas y chicos que se le confesaban.

En estos tres años que lo admiro transcurrió un cambio. Los chicos se le habían empezado a confesar y como siempre el tan frío ni acepta ni una carta. Fue cruel con todos igualmente; no había diferencia con nadie. No es que esperaba que me la aceptara pero hizo contacto visual conmigo hace unos días. Eso no asegura nada pero tenia esperanzas. No se que pensar.

–Calma, Jeon– me dije a mi mismo.

¡Dios! ¡¿Cuando vendrá?! Ya me estaba frustrando. Mis ansias estaban por tomar riendas. La desesperación de saber que haría SeokJin sunbae. Necesitaba quitarme estas ansias que me estaban carcomiendo. Quería mi respuesta a estos sentimientos escondidos.

En eso lo miro entrar con su amigo Taehyung. Ahora no se si entregarla o no. No, tengo que hacerlo. No seré un cobarde. Tome toda la noche para escribirla y al menos haré el intento. Me acerqué a ellos.

—¡SeokJin sunbae!—mierda le grite. Me incline enfrente de el y le alce mi carta junto con una pequeña caja de chocolates. Esto no era como me imaginé entregarle la confesión.

—Jin–hyung tienes otra confesión—le dijo Taehyung. Escuche una risa cual pertenecía a Taehyung. Eso hizo que mi corazón brincara aún más fuerte. ¿Me negara?

—Que desperdicio—dice como si nada. Es cuando veo que sus perfectamente pulidos zapatos negros se retiran junto con los de su amigo.

—No entiendo porque no aceptas al menos los chocolates—la voz de Taehyung claramente fuerte y gruesa. Ellos caminan y yo miro mientras se van.

—Aceptas uno y luego el resto creen que podrán hacer lo mismo. Y no estoy para leer cartas de gente ilusa. Además, nadie quiere a alguien tonto.

¿Cree que nadie lo escucha o que? Puede ser tan cruel. No puedo creer que estos tres años desperdiciados en un ser tan frío, y déspota con todos. Estoy seguro que hasta ese Taehyung no se libra de la frialdad que es Kim SeokJin.

Llorare. Siento la opresión formarse en mi pecho. Me llamo tonto y iluso. Este año subí a clase C. Aunque claro me tomo tres años y ya nos faltaba dos años para graduar. No llegue a conocerlo en clase como esperaba. Si para el no estar en clase A me hacía un tonto, que pensaría de mí cuando estuve en clase F?

—¡Fatal! Kookie, ¿estas bien?– mi amiga Wendy me abrazo.

—Y lo hiciste en el jardín de la escuela, la mera entrada, y a la hora de entrar. Ya todos sabrán para el fin del día que fuiste rechazado—dijo mi amigo.

Como si no me sentía a morir antes— ahora si. Pinche Hoseok. ¿No me pudiste haber aconsejado antes? Ahora todos sabrán y seré uno más de sus rechazados. Todos sabrían con lujo de detalle más lo que agreguen. La vergüenza.

—¡Cállate, Hoseok! Aunque debes prepararte para ser el centro de atención hoy.— me recomienda Wendy.

—¿Que hice?— me puse tan triste como una chica rechazada. No lo puedo creer. Ahora tendré la humillación del rechazo. Todos sabrán que el gran Kim SeokJin me rechazó y de lo frío que fue.

¿Me puedo morir ahora?

—Hoy te invitamos la comida. Nos veremos en la hora de descanso— me dijo Hoseok. Ahora resiento avanzar mis clases ya que no tenia a Hoseok y Wendy a mi lado. Aunque les agradezco su esfuerzo para estar conmigo cada que pueden.

Cuando entre a clases ciertas personas me miraban y seguían susurrando. Jimin, un compañero, les dijo que se callaran. Se lo agradecía pero me hacía sentir incómodo puesto que el tenía sentimientos hacia mi.

—Escuche que te confesaste a ese tal Kim. No entiendo que tiene de especial.

Se pasa la mano por el cabello como de costumbre. Jimin se cree bueno solo porque tiene un buen cuerpo atlético y una cara decente. Bueno es guapo y lo sabe.

—Quizá porque no es un desesperado tras el culo de alguien—le dice Jinyoung. —¿Cuando vas a captar que al pequeño Kookie no le agradas?

Ese Jinyoung nunca se calla. Es tan honesto que a veces da pena. No digo nada y trato de poner atención en la clase. Sin que la acusación de Jinyoung me haga mal.

—Y tu igual tratando a lo más alto cuando ni a los talones le llegas— No le dije nada y el me da a la torre. Lo bueno que no le había dado las gracias.

A la hora de descanso voy con mis amigos casi corriendo para evadir las vistas de todos. Ahora todos saben mi nombre y conocen mi rostro. Me gustaba tener una vida tranquila y hoy no lo es. Quizá ya no lo sea debido a mi escándalo.

Si salto el resto de las clases dirán que me da vergüenza y si me quedo no tengo la suficiente. No hay manera de ganarle a esta gente.

—Lo positivo de hoy es que te mudarás por fin a tu nueva casa. Es de lo que han estado hablando tú y tu papá desde hace ¿medio año?—me dice Wendy. Ella siempre buscando lo bueno de todo.

Asiento y le sonrió. Estoy dispuesto hacer lo mismo. Hoy la casa estará lista para vivir. Papá la mando hacer medio año atrás a mi gusto. Es una casa estilo americano. Mi papá siempre complaciéndome en lo que puede. Puedo jurar que es el mejor papá del mundo.

—Cuando la fuimos a visitar hace un mes se miraba casi lista. Bueno eso creo. No sabría decirte. Al menos dieron a entender que acababan. Ya se nos venció el plazco de nuestro departamento así que espero poder vivir ahí. Los invito a ir conmigo después de la escuela.

—Con mucho gusto—dice Jimin. A veces me sorprende cuando aparece de la nada. Y no lo invite pero no quería decirle que la invitación no era extendida a él.

—Yo y Hoseokie te compramos un regalo para la nueva casa. Espero que te guste—dice Wendy.

—Si y es de tu gusto. No es nada caro. Ya sabes somos estudiantes sin trabajo mantenidos por nuestros padres.

–Ya se, hyung. Se agradece el pensamiento.

Suena la campana para señalar el fin de la hora de descanso. Con pereza guardo mi comida y les recuerdo de esperarme en el lugar habitual.

Hoy no puede empeorar. Lo peor ya pasó. Sunbae me rechazo y nada más. Por fin, tendré mi casa hermosa. Una cual mi papá me prometió desde niño. Ahora si un sueño se me cumplirá. Hoy dormiré en mi nueva casita. Lo espero con ansias. Siempre hay un bien después de un mal.

Octubre 27, 2017
Es un poco más largo que el último. Cuando escribo me gusta tener alrededor de 1,400-1,500 palabras aunque no llegue a esa marca 😓

Nace el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora