1-El heredero

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Flug se encuentra en su laboratorio, en único lugar en toda esa casa de locos y oscuridad donde él es el dueño y señor, donde es la máxima autoridad. El único lugar donde Black hat no tenía la última palabra del todo. Aparte, era su santuario, allí creaba todo lo que su mente podía imaginar, allí realizaba los más macabros experimentos con quien tuviera la torpeza de acercarse demasiado.

Pero hoy no es más que otro día de rutina a no ser que logre terminar la sustancia que está creando en ese instante. Una sustancia corrosiva e inflamable, que pondría un punto y aparte en la historia, hasta que lograra superarse de nuevo, un detalle que veía alto probable.

Pero no repetiría el cuento de la lechera, enfocarse era la única forma de avanzar y seguir con vida pues el químico que manipulaba era muy inestable en esa parte del proceso. Tanto era así que había ordenado bajo amenaza de muerte que nadie se acercara por aquella parte de la casa. Solo necesitaba una gota para finalizar el químico, solo una.

Y allí estaba él, a punto de jugarse la vida. Con suma precisión apretó el cuenta gotas y miraba el recipiente esperando cuidadoso en realizar la tarea.

Una gota impactó sobre el líquido, disolviéndose, Flug puedo respirar más tranquilo. Pero por poco tiempo. Una sutil gotita se desprendió del instrumento científico y cayó robando el aliento al joven. Nada más tuvo contacto con la superficie, estalló. La violenta explosión hizo estallar el vidrio de la probeta, rociando su contenido por varios metros a la redonda, y eso incluía al científico malvado mayoritariamente, cebándose con su rostro.

Terminó en el suelo, dañando allá donde su cuerpo impactó contra el piso, pero ese era el menor de los problemas. El químico corrosivo que estaba desarrollando era mucho más eficaz de lo esperado, estaba dando unos resultados que superaban todas las expectativas. Pero no era un detalle que pasara por la mente de Flug en ese instante.

La bolsa pasó a mejor vida, el químico empezaba a penetrar en las partes más profundas de su piel, de sus músculos y de sus huesos. Siente como se vuelven mantequilla, como se deshacen. Lleva sus manos hasta su cara pero solo una está medianamente a salvo, ha perdido la mano izquierda, ve como el ácido y los cristales se han adueñado de ella.

El dolor es indescriptible. Grita sin más no puede aguantar esa sensación y un solo pensamiento recorre su mente.

—Que me mate. Por favor, no lo soporto, quiero morirme.

Pero es una invención suya, está hecha para generar el mayor dolor posible antes del fallecimiento. Entre alarido y alarido casi animal, los vapores que desprende el líquido recién creado se cuelan en su garganta, por sus pulmones y estómago. Ahora es incluso peor. El gas mata en una caricia mortal allá donde pasa, cada vez el espacio del que dispone es mayor pues su interior se deteriora rápidamente. Es como si líquido y gas quisiera reencontrarse, el líquido excava desde el exterior al interior del científico, mientras que el líquido lo hace a la inversa. Pronto solo sería un montón deforme lleno de agujeros. Lo peor es que eso es lo que quiere, porque eso significará que ya estará muerto, no tendrá que sufrir más.

Los gritos alertan a toda la mansión.

El peor de los casos se hizo realidad. 5.0.5. detiene su limpieza asustado por los sonidos de sufrimiento, no es capaz de adivinar que son de su creador. Demencia cambia de dirección bruscamente hacía en laboratorio, curiosa. Golpea la puerta atrancada jugueteando hasta que se da cuenta de lo que está sucediendo, entonces parece reaccionar y tratar de ayudar al científico.

La puerta no cede y los gritos empiezan a quedarse en los recuerdos de la desquiciada. No abre la puerta, no va a ceder, por mucha fuerza que use la pelirroja.

Villainous - El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora