Capítulo 8.

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Myung Soo caminó hasta el aula, sintiéndose completamente feliz al ver que Woo Hyun se había sentado al lado de Sung Kyu, dejando a Sung Yeol solo. Intentó no parecer nervioso y, después de aclarar un poco su garganta, se dirigió al lugar al lado del alto. Sentándose sin dudarlo y con la mirada de éste sobre su persona.

—¿Qué estás haciendo? —Preguntó éste y el azabache sonrió ampliamente antes de encogerse de hombros.— Tú siempre te sientas con Dong Woo y Hoya lo hace conmigo cuando Woo Hyun está con Sung Kyu, ¿no solo te basta con sentarte a lado de mí en las clases que no comparto con mis amigos, también lo harás aquí?

—Bueno, no debería decir esto pero... a Dong Woo le gusta tu amigo Hoya —le aclaró y el alto lo miró sin creerle—. Quiero hacerle un favor a mi mejor amigo y... también me gustaría que aclararás el beso que me diste en la mejilla.

—Eso, yo... bueno... —Sung Yeol se quedó sin una buena excusa y cerró los ojos por un momento, cosa que Myung Soo aprovechó para darle otro beso en la mejilla al alto, quien abrió los ojos algo sorprendido y sintió su rostro completamente rojo.

—De acuerdo, ¿de qué nos hemos perdido? —Woo Hyun preguntó con una sonrisa algo burlona y Sung Kyu alzó una ceja, esperando también una respuesta por parte de los otros dos chicos a los que conocía.— ¿Y bien?

—El día del partido, Sung Yeol me dio un beso en la mejilla y se fue rápidamente antes de que yo pudiera darle uno ese día —aclaró Myung Soo y Woo Hyun le dio una sonrisa pícara a su amigo.

—Yo creo que ustedes harían una linda pareja —agregó está vez Sung Kyu y el azabache le mostró sus hoyuelos a Sung Yeol.— Es lindo que vayas a verlo, escuché decir de algunas personas; que después del descanso, Myung Soo jugó mucho mejor de como había empezado. Creo que tú fuiste la razón de que hiciera un gran trabajo en el partido —el de ojos pequeños entrelazó su brazo con el de Woo Hyun—. ¿Tú también lo crees, Namu? —El nombrado asintió y, antes de que Sung Yeol pudiera decir algo al respecto, Dong Woo entró al aula.

—De acuerdo, ¿con quién voy a sentarme?

—Dígamos que ya le dije a Hoya que no podrá sentarse con Sung Yeol por el día de hoy, así que... has sido el ganador en sentarse junto a él —le aclaró el azabache y el de labios gruesos vio a Ho Won llegar, yendo al lugar donde siempre se sienta con el azabache sin pensarlo.— Puedes agradecermelo luego —murmuró y vio como su amigo iba a su lugar una vez entró el profesor al aula.

—Libros y libretas abajo, es día de examen sorpresa —la mayoría de los alumnos se quejaron y Sung Yeol se extrañó un poco de ver que Myung Soo no lo hacía.

Cuando el profesor terminó de entregar las hojas de examen, el alto se quedó completamente en blanco. Intentó respirar hasta diez y, al darse cuenta de que no podía, volvió a contar pero nada. Leyó cuidadosamente cada una de las preguntas pero había olvidado las respuestas de cada una, aunque acaba de leerlas. Myung Soo miró de reojo a Sung Yeol, la forma en la que el alto mordía de su labio inferior le hacía pensar que estaba desesperado y notó que estaba en lo cierto al ver el examen del alto en blanco.

—Oye —susurró y, aunque Sung Yeol quiso ignorarlo, terminó intercambiando el examen del alto con el suyo en cuanto se aseguró el profesor estaba dándoles la espalda.

—¿Qué diablos haces? —Preguntó entre dientes y humedeció un poco sus labios—. Eso está mal —le recordó al azabache pero Myung Soo lo ignoró, empezando a contestar el examen sin mucha dificultad.

—Será mejor que reescribas las respuestas antes de entregarlo, no querrás que el profesor se de cuenta de lo que he hecho, ¿cierto? —Aunque lo más justo sería decirle al profesor la verdad, Sung Yeol agarró su lapicero tímidamente para empezar a escribir su nombre y las respuestas; borrando muy bien lo que había sido escrito con lápiz, para después entregarlo con algo de culpa.

En cuanto todo terminaron el examen; y la clase también fue finalizada, el alto tomó a Myung Soo de la muñeca. Llevándolo hasta el jardín trasero del instituto sin pensarlo y bajo la mirada de algunos de sus compañeros.

—Si quieres que este contigo a solas, solo tienes que decirlo y con gusto me quedo contigo.

—No estoy de humor para escuchar alguna de tus bromas, Kim —se quejó y soltó la muñeca del azabache. Se cruzó de brazos, dejó escapar un suspiro y acomodó un poco su cabello para después decir—: ¿Por qué me ayudaste?

—Porque quisé, se notaba que necesitabas algo de ayuda y no dudé en ayudarte un poco —confesó y metió sus manos dentro de los bolsillos del pantalón.

—Bueno, agradecería si no volvieras a hacerlo la próxima vez. No quiero que te metas en problemas por mi culpa.

—Acaso, ¿estás preocupándote por mí? —Preguntó con una amplia sonrisa y Sung Yeol empezó a jugar con sus manos.— Creí que no seguiría con vida para verte así por mí.

—Tú... ¿por qué siempre estás detrás de mí?

—Dicen que nunca dejes ir tus sueños fácilmente y estar contigo es uno de mis mayores sueños —confesó y Sung Yeol se acercó al azabache con la mirada en el césped.

—¿El viernes después de clases?

—¿Disculpa?

—Tú y yo... en una cita.

—¿L-Lo estás preguntando enserio? —Le preguntó incrédulo, Sung Yeol lo miró directo a los ojos y asintió. Recibiendo una amplia sonrisa por parte del azabache—. Entonces... que sea una cita.

I Love You [MyungYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora