Capítulo 10.

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Humedeció sus labios en más de una ocasión, Myung Soo quería hablar pero simplemente no tenía un tema en especial para hacerlo lo que lo hacía estar en un silencio que a Sung Yeol no parecía molestarle mucho, aunque sí se le era algo extraño.

—Es curioso que ahora no estés hablando —dijo y sonrió un poco, logrando hacer que el azabache se pusiera un poco nervioso—. ¿Desde cuándo te gusta jugar básquet?

—Empecé a jugar como un pasatiempo, creo que empezó a gustarme más una vez que llegué a este instituto y... también tú me gustas mucho —dijo y Sung Yeol pasó una mano por su nuca avergonzado—. Recuerdo la primera vez que te vi, estabas repartiendo papeles para llamar la atención de los demás y que se metieran a teatro. Quería entrar pero ya estaba en básquet y me dijeron que si ya estaba en una, no podía estar en la otra.

—¿Te gusta actuar? —Preguntó con una ceja alzada y Myung Soo sonrió de lado.

—La verdad, nunca lo he hecho y realmente no creo que sea para mí eso de actuar —aclaró alzando uno de sus hombros y se detuvo frente a una de las casas al notar que Sung Yeol también lo hacía.— ¿Vives aquí?

—Sí, no queda muy lejos.

—No —Myung Soo acomodó un poco su cabello y miró directamente a los ojos al alto.— Oye, uhm... el próximo viernes tengo otro partido. Yo sé que no te gusta mucho ir a eso, pero estaba preguntándome... bueno... —Sung Yeol tomó una de las manos del azabache y le dio un leve apretón para indicarle que no siguiera hablando.

—Entiendo, iré. La otra vez me quedé con las ganas de saber como terminaba y Sung Jong no me dijo gran cosa —dijo y pasó un poco de su cabello detrás de su oreja.— Será mejor que entre a casa, además debes estar cansado y... olvidé que tu mano estaba sudada.

—Tendrás que acostumbrarte, porque luego será algo como esto —Myung Soo tomó desprevenido al alto y lo abrazó de repente. Sung Yeol abrió sus ojos con sorpresa y el azabache se encargó de aspirar un poco del perfume del alto.

—¡Kim, suéltame! —Se quejó una vez que reaccionó y, antes de soltarlo, Myung Soo le dio un beso en la mejilla para después empezar a correr—. ¡Ya! ¡Idiota, regresa!

—¡No puedes negar que empieza a haber algo entre nosotros! —Y escuchar eso hizo que todo el rostro de Sung Yeol enrojeciera.

∞∞∞

El alto se pusó la primer ropa cómoda que encontró una vez terminó de bañarse, se tiró en su cama y tomó su celular. No tenía algún mensaje nuevo pero eso era algo que realmente no le importaba. Abrió el mensaje que Myung Soo le había enviado el día que lo había visto jugar y sonrió ampliamente al ver la forma en la que el azabache se preocupa por él.

Humedeció un poco sus labios y sintió mariposas en su estómago al ver que Myung Soo estaba en línea.

Creí que ya estabas durmiendo. Dicen que cuando no puedes dormir es porque alguien más piensa en ti, ¿estás pensando en mí ahora?

Le mandó Kim y Sung Yeol empezó a escribir su respuesta sin dejar pasar mucho tiempo.

Quisieras que estuviera haciendo eso, estoy un poco molesto contigo por haberme abrazado de esa forma.

¿Y cómo puedo hacer que me perdones? ㅠㅠ Por cierto, te ves sexy cuando te enojas.

Aparte de molesto, pervertido. ¿Qué más forma parte de tu personalidad, Kim?

Hizo una mueca al ver que el azabache acababa de desconectarse y suspiró pesadamente. Bloqueó su celular, lo dejó cerca de una lámpara y, cuando estuvo acomodándose para dormir, el tono de llamada lo hizo atender.

—Que soy un romántico con la única persona que enserio me importa y tú; más que nadie, lo sabes perfectamente... Yeollie.

—Sí, creo que lo sé muy bien, Myungie.

Y, aunque no lo estaba viendo en ese momento, sabía que el azabache estaba sonriendo por la manera en la que lo había llamado. Sintiéndose más avergonzado que otras veces.

I Love You [MyungYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora