¿Cielo, Infierno o él? [Yaoi/Gay]

Quis est inimicus?

Vas con una intención,
Y llegas con otra,
Dices algo más,
Porque la mentira te derrota.

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POV Hades

Zeus...
No puedo creer que sigas siendo igual de inmaduro y posesivo.
Ponerte celoso por saber que tengo un hijo, y por creer que es de alguien más y no tuyo.
No te culpo, es imposible pensar que es tuyo y mío, pero enojarte por eso...imagina como me siento yo con todos tus hijos, saber que muchas mujeres más conocieron tu amor y deseo, no tienes idea de como me rompe.
Tan perdido en mis pensamientos estaba, que no me di cuenta que ya llegamos al Olimpo.

— Estás muy distraído Hades —Mencionó Atenea mirándome de reojo, mientras entrábamos a una enorme habitación llena de armas y demás artefactos.

— Lo siento, tengo muchas cosas en las que pensar, y luego esta Daemian, no puedo quedarme aquí mucho tiempo —Suspiré rogando porque no supiera mis verdaderos pensamientos, pero después de todo era Atenea con quien hablaba, sería imposible que no se de cuenta.

— Ajá, hagamos como que te creo —Sonrió burlona y miró hacia la puerta— Ellos estarán aquí en unos minutos, yo me llevaré a Caleb, tu hablarás con Zeus.

Asentí empezando a sentirme nervioso mientras miraba la puerta.
Y entonces pasó lo inevitable, la puerta se abrió, dejando ver a Caleb muy cansado y sudoroso y a Zeus con una ligera capa de sudor en su frente, pero se notaba que ni siquiera se acercaba a estar agotado.

— Bien, ahora que calentamos, harás unos cuantos movimientos con la espada —Ordenó Zeus con su típica voz que hacía temblar mis rodillas.

— ¿Dar 20 vueltas por todo el Olimpo te parece "calentamiento"? —Gruñó Caleb, y entonces se percató de nuestra presencia— Oh, hola Atenea.

Ella suspiró y lo miró con tristeza.
La comprendía, que tu propio hijo te llame por tu nombre y no madre debe ser difícil.

— Caleb, tenemos que hablar sobre algo —Ella se lo llevó prácticamente a rastras de la habitación.

Era la hora de la verdad, y estaba más que nervioso.

— Bien Zeus, ¿Cuándo y Dónde será el enfrentamiento? —Dije directo y sin rodeos.

Quizá aún no sea buena idea hablar sobre Daemian, pero se lo había prometido a Atenea, pero no podía decírselo, pero...

Agh

Su voz me sacó de mi pequeña pelea interna.

— No lo sé, ¿Acaso me ves cara de Oráculo? —Dijo arisco y sarcástico sin mirarme— Además, acabas de interrumpir mi entrenamiento.

— Tan exigente como siempre —Me acerqué lentamente— Apenas inicias a entrenarlo y ya eres un tirano, no me sorprende —Sonreí burlón y puse mi índice en su pecho provocándole.

— No te recomiendo que hagas eso Hades —Retrocedió un par de pasos— No estoy de humor para tus jueguitos, ve y hazlos a la madre de tu hijo...

Inevitablemente puse los ojos en blanco, ni si quiera le intereso de verdad y me quiere hacer una escena, si quería divertirse conmigo otra vez, no se lo iba a permitir.

— Lo haría, pero ya me aburrí después de tantas veces —Susurré volviendo a acercarme.

Un gruñido se escapó de sus labios haciéndome estremecer y cuándo trate de retroceder, fue demasiado tarde, y ni mis reflejos me ayudaron a escapar...