Lunática: Lunaplata.

Día #0 - La Fiesta

Un deslumbrante rayo de sol se coló por mi ventana chocando directamente contra mis párpados. Puse mi rostro bajo la almohada intentando que el sol dejara de llegar hacia mis ojos, pero sabía que debía ponerme de pie. Salí de la cama y me encontré a mi hermana mayor preparando el desayuno con esmero, sus ojos no se desviaban de la sartén y sus manos estaban firmes.

—Buenos días, Ellie. —Dije mientras le daba un beso en la mejilla—

—Buenos días, niña consentida. —dijo ligeramente risueña—

Su voz sonaba adormilada, había llegado tarde anoche y lo sabía porque esa noche no había podido dormir, aun así amaneció temprano para prepararme el desayuno.

—¿Qué es esa sonrisa tonta en tu cara? —Dijo riendo— Ya, ve a sentarte.

Obediente fui a la mesa, comí mi desayuno mientras sonaba la ligera melodía de The Reason. El desayuno no tenía sabor, con su sueño supongo que por más concentración que tuviera no prestó atención a los ingredientes. Terminé el desayuno sin decir nada al respecto, sonreí con cada bocado para mostrarle mi agradecimiento. Ya preparada fui a la escuela.

En el camino me encontré con varios pósteres que hablaban de una fiesta de Halloween. Siempre mi grupo se ofrecía a la realización de la fiesta de Halloween ya que la fiesta en la escuela siempre era aburrida ésta era una fiesta independiente. Colorido, llamativo, y traía muchas expectativas. Esa vez una chica de mi grupo había ofrecido su casa para realizar la fiesta.

—¡Sofía! —Oí la grave voz de Andrew—

—Hola Andr... —me dio un rápido beso—

—¿Dormiste bien anoche?

Aún no me acostumbraba a mi relación con Andrew, sus besos inesperados seguían sonrojándome tanto como la primera vez. Él seguía siendo el mismo de hace dos años cuando lo conocí, disfrutaba molestarme, mientras yo me había vuelto menos reservada.

"—Sofía, me gustas. —Susurró mientras me abrazaba— me gustas como nadie me ha gustado antes.

—¿Cómo puedes decir algo así tan tranquilamente? —Dije sonrojada—"

Desde ese día Andrew y yo nos hicimos... Novios. La palabra en sí suena tan extraña. ¿Cómo fue que terminé diciendo que si?

—Sí, dormí bien. ¿Tú descansaste? —él me rodeó con su brazo mientras hablaba—

—También yo. Aunque hacía demasiado frío ayer, y no te tenía para abrazarte. —dijo con el tono de un niño al que le quitaron su helado—

Le sonreí lo más tranquilamente posible evitando sonrojarme. Oí el timbre, me acerqué para darle un beso en la mejilla para despedirme.

—Nos vemos en el lugar de siempre para el almuerzo. —sonreí ligeramente—

Se veía sorprendido. Seguí mi camino. No acostumbraba a ser afectuosa, supongo que le resultó nuevo. Ya habían pasado seis meses desde que estábamos juntos, yo pensaba en que debería de haberme acostumbrado ya a la relación. ¿Le habría aburrido ya esa actitud mía? Tan tímida... En ese momento me dije a mí misma que sería mucho más afectuosa desde ese momento. Ese mismo día por la noche venía la fiesta de Halloween y parecía la oportunidad perfecta; bailar toda la noche, comer, charlar. Sonreí con emoción de solo pensarlo. Diría que me había dado mucho sueño, él me cargaría en sus brazos hasta el auto, seguido podría besarlo y decirle que le quería. Mi situación simulada era perfecta. ¿Con qué choqué?...

—Eh ¿Qué demonios? —oí una voz aguda—

Una persona...

—Lo siento, de verdad. —Agaché la cabeza mientras me invadía la preocupación—