verdad oculta

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Nara Kai

La noción del tiempo la perdí, me obligaba a estar a su lado, haciendo cosas como acompañarla a comer, el lugar donde estábamos muy lujoso por cierto resultaba enorme. Comenzaba a preguntarme si esto tenía fin.   .... Selene, ¿estáara bien?.

Narra Selene

Me quede recostada en la cama, ¡esto es una pesadilla!, ¡tengo que despertar, tengo que despertar!, me sentía asustada, impotente, ¿Qué hago?. donde estara kai estara bien ?

No sé cuánto tiempo paso, porque a veces entraba la misma mujer y discutíamos, en una de esas discusiones me pareció ver una mueca de tristeza, me traía comida, no sabía si comerla o no por miedo que contuviera algo nocivo, pero tenía hambre y pensar en mi bebe me preocupaba más.  Pronto me resigne, preguntaba por kai a lo que ella simplemente me respondía con la frase de “él está mejor a mi lado”; yo espero que esté bien.

Una vez ella se cerco a mí y me desato, decía te has portado bien. kai te extraño,

¡dios mío ayúdame!.

Otra ocasión ella llego igual pero esta vez no cerro completamente la puerta. Me levante de inmediato, y salí por la puerta fijándome que no hubiera nadie. Un pasillo tan elegante de mármol blanco  y lleno de puertas me desoriento, ¡¿Cómo salgo de aquí?!, ¿estará kai en alguna de ellas?.

Comencé a buscar desesperadamente en cada puerta, nada, solo más habitaciones tan bonitas como la primera, hasta que llegue a una muy grande de madera de caoba barnizada. La abrí, estaba a oscuras, escuche el sollozo de una voz profunda, de un hombre, kai,  tiene que ser él.

Más solo ideas mías infundadas, ya que al acercarme lentamente mi sorpresa fue otra, exactamente la misma mujer que había secuestrado, se hallaba postrada ante su cama,  sin más ropa que una bata de seda beige le cubría el cuerpo, pero había algo raro en ella.

Lloraba desconsoladamente con la mirada perdida en dirección a un retrato colgado arriba de la cabecera de la cama, no lograba verlo bien, pues solo el reflejo de la luz de la luna divisaba cuatro figuras en aquel retrato.

-   Mujer:   ¿Por qué?, ¿Por qué no me fui con ustedes?, fue mi culpa, perdónenme, fue mi culpa…  debí de ir con ustedes ese día, de lo contrario esos hombres no las habrían matado. No las pude proteger.

Decía ella entre sollozos, su voz más gruesa que de costumbre, sin darme cuenta me acerque lentamente, esa escena ya la había visto antes, en mi misma culpándome por el accidente de mis padres, sin más que aquellas palabras me basto para comprender su dolor. Me acerque hincándome, cuando quede frente a ella me arrodille, por lo que logre distinguir apenas, no tenia maquillaje, su cabello le cubría la cara. Ella reacciono con miedo se hizo hacia atrás, quedando su rostro descubierto,  aquellas facciones tan lindas.

-       Yo: no llores.

-       Mujer: ¿Qué haces aquí?, vete…vete ¡vete!.

-       Yo:  no me iré, te culpas por algo, no sé que es, pero te comprendo.

-       Mujer:  ¿tú que sabes?, no sabes nada.

-       Yo: no, no lose.

Esta vez ella no se contuvo y lloro desconsoladamente, no sabía qué hacer, así que solo la abrase, así siguió llorando,  ella repetía lo mismo que había escuchado con anterioridad una y otra vez.  No tienes la culpa le decía, no tenía idea de lo que hacía en ese momento, pero ante tal escena mi corazón se estrujo.

-       Yo: no tienes la culpa. Tienes que dejarlos ir ya es tiempo.

-       Ella: si…

Comenzó a narrarme la historia detrás de su dolor:

-   Ella: mi madre y hermana menor fueron a una fiesta, no pude ir ya que había enfermado, las asaltaron cuando venían de regreso a casa, ellas les dieron todo lo de valor a sus asaltantes según dice la policía, ya que no encontraron en ellas sus pertenencias, ¡mas no solo aquellos malditos tiranos se conformaron con quitarles sus pertenencias!, sino que también se encontró evidencia de agresión física, las quisieron violar sexualmente parece…

-       ¡No les basto con despojarlas de sus cosas, también la virginidad de mi hermana y sus vidas!.

-       Tenían el dinero, no tenían que pedir más, solo tenían que tomar el dinero o las cosa e irse… ¡¿por qué no estuve ahí para protegerlas?!,  aun estarían vivas…

Un tiempo paso hasta que dejo de llorar, entonces ya estaba empezando a amanecer  y la luz del alba comenzaba a iluminar la habitación, fue que pude verlo, su rostro mojado,  su bata descubría su pecho. Mis pupilas de dilataron a tal grado que por poco tengo la visión de un halcón. ¿Qué estaba pasando?, no era el pecho de una mujer ! ERA UN HOMBRE !.

Mi respiración se acelero, y él me vio con media sonrisa pícaramente, ¡ok! ahora si estaba asustada, eso explicaba el hecho de que me impresionara tanto sus facciones, pero a decir verdad era tan hermoso como una mujer. ¡Dios que miedo!.

-  (ella) Él:  no soy lo que esperabas verdad. A si es, no soy mujer, ni siquiera soy humano. Lo siento.

Espera ¿por qué se estaba disculpando?, por no ser mujer, por llorar sobre mi o por secuestrarme. ¡Confusión!.

-    Él: ¿estás sorprendida y confundida?

-Por dios hasta psíquico resulto. En mi cabeza mil preguntan me abruman y todas se esfuman, tenía miedo, pero también quería saber muchas respuestas y quería saberlo ¡ya!.-

-       Yo: ¿Por qué?, ¿Quién eres?, ¿Qué intentabas llevándonos?

-    Él: perdóname por favor, nadie jamás me había tratado como tú. Yo soy Choi Minki, pero puedes decirme Ren, así me decía mi hermana, llegue demasiado lejos, no sabía lo que hacía, solo no quería olvidarla a ella…

Señalo el retrato ahora se veía mejor, era ver a dos mujeres y dos hombres las dos mujeres muy bellas, y un hombre joven quien parecía ser Ren con un parecido extraordinario a la joven que estaba a su lado, vestidos formalmente.

-       Ren: yo, he pensado mucho desde que los tengo aquí, me arrepiento de haberlo hecho.

-       Yo: ¿Por qué lo hiciste entonces?

-   Ren: mi hermana ella, adoraba a kim jongin con locura, ella y yo siempre nos contábamos todo éramos confidentes, decía que no habría nadie más que él y alguien más lo tenía ella no quería a nadie. Así que no quería olvidarlas, comencé a vestirme y parecerme a ellas para así recordar todos los días de mi vida que yo tenía la culpa, hasta llegue a pensar que de verdad kai me gustaba.

- ¿Quieres saber por qué lo pienso?. Lo conocí un día que tropecé cerca de una tienda departamental en un centro comercial, fue tan amable preguntándome si me sentía bien, me levanto, luego se despidió de mi, se preocupo por mí, ¡nadie lo hace!.

La gente siempre me mira con ojos de desaprobación al menos los que me conocen.

 Pero al ver la preocupación que tienen tu y él, uno por el otro, ¡me da tanta envidia!. Quisiera que alguien me quisiera así, se preocupara día a día, tuviera un sentido el hecho de regresar a casa. Mama y mi hermana me daban aquella sensación de un hogar

- Los vigile por un tiempo, ahora entiendo que hice mal. Comprendo que en realidad solo buscaba cariño. No que me gustara él. Causaste una gran impresión en mi sabes.

-       Yo:   comprendo tu dolor, pero no justifica lo que has hecho.

-       Ren: lo sé.

-       Yo: si lo sientes !déjanos ir, por favor!. Paga el precio de tus acciones…

El me dirigió una mirada severa, no me inmute ante aquella reacción que tuvo, luego solo volteo la mirada hacia la ventana, se levanto, dejando ver un cuerpo esbelto y delgado, con una piel tan blanca y clara. Y sin desviar la mirada de la ventana.

-       Ren: lo haré. Gracias 

mi realidad hermosa (kai y tu adaptadada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora