Narra Selene :
Abrí los ojos lentamente cuando los primeros rayos del sol atravesaban la ventana. Vi el rostro de
kai en frente del mío, tan tranquilo, tome su rostro en mi mano, acariciando su mejilla, no acabo de
creérmelo. Me quedo tumbada ahí en la cama hasta que el despierta, y me mira, observándome,
curvándose una sonrisa en su rostro. Luego se estira, pone su mano en mi cabeza acariciándola.
Me sentía más ligera, sin un peso enorme de encima, tranquila, como si todo se hubiese ido con
cada lágrima. Ya no tenía más miedo, no me sentía sola, me sentía liberada
Kai : ¿Cómo te sientes?
Yo : viva, me siento mejor, gracias por lo de ayer.
Kai: si, nunca más seré curioso contigo, cada vez que lo hago algo termina en tragedia. Te toca hacer el desayuno, por tu culpa ayer me desvele, eres una niña, te tengo que consolar cuando lloras, cumplirte tus caprichos cuando quieres, vas a volverme loco un día de estos.
Yo: está bien, pero siempre seré tu niña consentida, jaja.
Kai : vamos hazlo que tengo hambre. Y a choco (su perrito ) también.
Yo: a choco…'?
Me levante de la cama, me duche, me vestí, al salir del baño kai aun estaba acostado en la cama,
se había vuelto a dormir. De ahí fui directo a la cocina, prepare el desayuno. Y comida para choco.
- Yo: ¡kai!, está listo el desayuno.
Le llame como tres veces y nada, salí de la cocina y me encontré con choco, que me gruñía para
luego ladrarme. Tenía su comida de ella dentro de un recipiente que traía yo en la mano.
- Yo: no, no, no, hey oye pequeña bola de pelos, vamos a llevarnos bien ¿sí?.
- ¡Gouf! ¡Gouf! ¡Gouf!
Y ahí vamos otra vez a corretearme por toda la casa, al correr creo que la comida salió volando por
que ya no tenía nada en la mano. Subí hasta el segundo piso entrando en la habitación de kai y
su perrita ladrando detrás de mí.
Kai : ¿Pero qué haces…?
Yo: tu linda bola de pelos no me deja en paz.
Kai : choco, no te dije que te llevaras bien con ella.
Yo: si perrita escucha a tu amo.
Kai : te dije a ti.
Yo: j aja, que gracioso.
¡Gouf! ¡Gouf!
Kai: vamos choco sal de aquí sabes que no puedes estar dentro.
Saco a su perrito, mientras estaba yo con el corazón en la garganta, luego me deje caer en la cama de kai , solo que de la correteada no me había dado cuenta que kai estaba sin playera y solo con unos jeans, además del cabello mojado. Con ese cuerpo tan bien marcado.
Kai : insistes en venir a mi habitación.
Yo: solo trataba de que no me arrancaran una pierna.
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mi realidad hermosa (kai y tu adaptadada )
Romantizmselene despierta a lado de kai ambos no lo saben los dos tendran que recordar como llegaron a estar en la misma cama