JL #1#

15 1 0
                                    

Me gustaría ser valiente para enfrentarme a la realidad, ser sincera conmigo misma, vivir sin miedo al rechazo.

Pero ni siquiera soy fiel a mi corazón.

Me digo a mí misma que no te quiero, que eres cosa del pasado y que te he olvidado para siempre y, sin embargo, cada vez que te veo me doy cuenta de que eres la única persona que ocupará mi corazón hasta el final.

Es imposible estar a tu lado y no pensar en lo feliz que sería si lo nuestro no hubiese acabado.

Te quiero hoy.

Te quería ayer.

Te querré siempre.

Aunque no sientas lo mismo por mí.

No necesito que me quieras para quererte y no necesito que estemos juntos para que estés en mi corazón.

No haría falta que lo entendieras, si tan solo fuese capaz de contártelo.

Pero no soy valiente ni me enfrento a la realidad ni soy sincera conmigo misma ni vivo sin miedo al rechazo.

Ya tomé mi decisión, igual que tú tomaste la tuya antes de mí.

Escogiste seguir un camino en el que yo no tengo lugar. Escogí ser tu amiga aunque eso implicara esconder mis sentimientos cuando te tuviera delante.

No tenía muchas opciones, era la amistad o la indiferencia.

Es posible que fingir que no existes me habría facilitado el camino pero mi corazón es tan egoísta que no me permite alejarme, prefiere romperse cada vez que me miras, cada vez que me sonríes.

Y no miento si digo que lo siento, no merecías ver lo que viste, no fue culpa tuya romperme el corazón, no elegimos de quién nos enamoramos ni a quién decepcionamos.

Pondría la mano en el fuego por defender que no fue tu intención hacerme daño, sé que no querías acabar con mi felicidad, que también fue duro para ti tomar una decisión que sabías que me dolería.

Y yo solo te lo puse más difícil.

Aún así, fuiste paciente y dulce como nadie lo habría sido.

Te doy las gracias por intentar darme un consuelo que ni siquiera existe, por abrazarme, acariciarme y decirme que me ibas a querer siempre, no olvidaré nunca ese instante de felicidad que se abrió paso entre la desesperación más absoluta.

Desearía volver atrás y evitarte ese maltrago, ponerte las cosas fáciles y aceptar con una sonrisa que nuestros caminos se tenían que separar.

Pero no puedo hacerlo, y seguramente si tuviera la oportunidad de cambiar algo no sería eso.

Sin pensar un solo momento en las consecuencias volvería al día en el que me dijiste "entre broma y broma la verdad se asoma" y aprovecharía cada segundo de cada minuto de cada hora de cada día de cada semana de cada mes que hubiera podido disfrutar del amor que tenías para mí.

Sé que ahora sería diferente. Si tus sentimientos no hubiesen cambiado tanto estoy segura de que podría hacerte feliz, casi tanto como tú me hiciste feliz a mí.

Te lo dije una vez y te lo diría mil más, eres mi sueño. Un sueño que se hizo realidad, o eso me gusta creer, porque nunca he reunido el valor suficiente para preguntarte qué signifiqué para tí ni qué fuimos exactamente.

Ojalá algún día sea capaz de sincerarme contigo. Mientras tanto, seguiré escribiendo párrafos sin sentido que nunca leerás aunque sean para ti.

Confesiones NocturnasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora