Halloween

9 0 0
                                    

Todo el mundo pensaba que éramos la pareja irrompible, todo el mundo nos veía como la pareja ideal, todo el mundo creía en el amor gracias a nosotros, pero, en lo más profundo de mi corazón, yo sabía que no éramos irrompibles, yo sabía que no éramos ideales, yo sabía que el amor existía, pero no gracias a nosotros. Y ese día llegó, la tuve que dejar y cortar todo contacto con ella. Teníamos muchos amigos en común y, bueno, la mayoría se enfadaron muchísimo conmigo por la decisión que tomé, ahora solo me quedan algunos, pero es la decisión que quise tomar y no me arrepiento.

En lo más profundo de mi corazón había alguien, una chica, a la que me había sentido atraído desde la primera vez que la vi. Cada vez que la veía no podía dejar de mirarla, ella es como un ángel.

La noche de Halloween salí por la ciudad con los pocos amigos que me quedaban. Sugerí ir a un sitio que ella misma me había recomendado. Yo tenía una débil esperanza de encontrarla allí. "Hay muchísimos sitios a los que ir y la noche es muy larga, no te la vas a encontrar justo en ese sitio a la misma hora que tú vayas.", pensaba yo. Sin embargo, para mi sorpresa, subí las pequeñas escaleras y ella fue lo primero que vi: tan alta; con su pelo tan largo y claro, que destacaba con su atuendo negro y esa chaqueta de cuero; con una sonrisa que iluminaba todo el lugar; y sosteniendo un botellín de cerveza que la hacía muy sexy.

Ella estaba hablando con un muchacho mucho más alto que ella, más o menos de mi altura, moreno y, la verdad es que era guapo. Los dos estaban muy concentrados en su conversación y se estaban haciendo reír mutuamente, parecía que tenían muy buena química.

Ella fue a dar un trago y seguidamente miró a su alrededor, por lo que supuse que me vio; en cambio yo aparté la vista, para parecer que no me había percatado de que estaba allí y, con todas mis fuerzas, deseé que se acercara a hablar conmigo. Así lo hizo.

 —¡Hola! —dijo ella mientras yo me giraba.

—¡Hola!, ¿qué tal? —respondí.

—Bien, ¿y tú? ¿Qué tal la vida por la ciudad? —preguntó sonriendo todo el tiempo.

— Muy bien la verdad, he ido a algunos sitios de los que me recomendaste. 

Seguimos hablando durante un buen rato y de pronto ella dijo:

 —¿Nos tomamos una foto? 

—¡Sí! —respondí.

—Tiene que ser con tu móvil porque el mío no tiene batería

Nos tomamos la foto y me dijo que se la mandara. Nos quedamos hablando otro ratito y después cada uno seguimos nuestro camino, yo me sentía realmente feliz. 

Cuando llegué a mi casa le mandé la foto y al final acabamos quedando al día siguiente. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 30, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Algo fuera de lo comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora