TOCADO

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No podía dormir. Serían mas o menos las tres de la mañana y no pegaba ojo. Me gire cara Shisui y el estaba durmiendo, como un ángel, lindo. Cuando me di la vuelta noté como una mano me tocaba la cadera, despues rodeó mi cintura y me atrajo hasta un cuerpo cálido y sudado. No me lo podía creer, Shisui me estaba abrazando. Su otro brazo me rodeó por la altura de los codos haciendo con su otro brazo una cadena. No pude evitar sonrrojarme ya que su cuerpo me estaba tocando.

- Shi-shisui - sin querer había gemido su nombre en alto  ya que me estaba tocando ahí abajo y lo desperté. Dejó de tocarme y se apartó un poco de mí. Yo me quedé en la misma forma y seguía sonrrojado.

- Oh vaya lo siento Kakashi, yo no quería, esto... - Se miró la mano y tenía líquido en su mano. Se la llevó a la boca y empezó a lamerla como si fuera un gato lavándose.

Yo lo observaba de reojo mientras me fui dando cuenta de que el fluido que tenía en la mano venía de mi hombría.

- Que caliente, um.

- P-para de hacer e-so -casi no podía hablar me excitaba el sonido que hacía su lengua al lamer su pegajosa mano.

- Aún no acabé, me has excitado, cuando acabe de saborear esto no dudaré en penetrarte. - Acercó mi cabeza y pudo ver que yo también estaba en la misma atmosfera que él.
- Dime, ¿que escondes detrás de esa máscara?

- N-nada.

- ¿Nada? Um eso lo veré yo ahora.

- No para, yo... - Demasiado tarde. De un tirón me bajó la máscara y se sonrrojó. Luego sonrió y me acarició la boca.

- Um eres lindo, no me lo esperaba. - me empezó a besar hicimos de nuestra saliba un hilo que no se rompió durante minutos.

- Me tumbaré boca arriba y tu te quitarás los pantalones.

- N-no, ah, para. - Como yo no quise desvestirme lo hizo el bruscamente. Yo me tapaba el rostro sonrrojado y lloroso.

- Ey tranquilo no te va a doler. - Me besó y luego me tiró hacia atrás.

- N-no quiero. - Le rogué. Al verme en ese estado me sentó en sus piernas y me abrazó.

- Lo siento. Me llevé por la excitación. No quiero que llores. Pero me gustas, me gusta tu rostro, tu voz, tu cuerpo, todo.

- S-shisui.

- Shhh. Permíteme estar abrazado a tí durante unos minutos más. Tu olor me cautiva, agradando mi olfato. Te quiero, no quiero que me odies por lo que he hecho hace nada.

- A mí también me gustas Shisui, me asusté de lo que estaba deseando que pasase. -  Lo abracé también y yo también lo olfateé, típico de un Hatake. Olía a cereza y vainilla. Su pelo negro y rizoso también y su boca era como caramelo. Lo besé y caímos de lado. Nos reímos y dormimos abrazados toda la noche. Sin duda no sabía que esto iba a pasar pero siempre quise que pasara.

Mi UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora