Capítulo 1

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— ¿Rubiuh? ¿Me estáh escuchando?— preguntó Mangel frunciendo el ceño. Llevaba unos cinco minutos intentando captar la atención de su mejor amigo—. ¡Rubén Doblah, escúchemeh!

Pero el castaño seguía mirando sobre el hombro del chico, hacía la puerta.

— ¡RUBIUH!— gritó Mangel.

Fue entonces cuando Rubén reacciono y en un rápido movimiento se tiro al suelo, bajo la mesa.

— ¿Pero qué haceh? ¡Jodeh! — Mangel no comprendía nada y comenzaba a sentirse cada vez más frustrado.

— La chica que está atrás de ti, Mangel— murmuro Rubén aún escondido bajo la mesa.

MangelRogel se dio la vuelta curioso. Era una chica muy bella, sí, y su camiseta de creeper era asombrosa, pero… ¿y qué?

— Ya, eh muy guapah, ¿y? ¿Por qué estáh usteh bajo la mesa?—

— Es la chica que habla con las estrellas…

La chica que habla con las estrellas…

— ¡NO! ¿La chica con la que te obsesionaste cuandoh teníah 16 añoh?— preguntó Mangel sorprendido mientras se daba la vuelta para volver a ver a la castaña.

ElRubius le había hablado de ella. Fue en la época en la que aún no se conocían y sólo hablaban por Skype. Mangel recordaba muy bien a su amigo buscando por cielo, mar y tierra a la Chica que habla con las estrellas sin siquiera saber su nombre verdadero.

— ¡No me obsesione!— respondió—. Y sí, ella… no puedo creerlo.

— ¡Anda a hablarle, gilipollas!

— Ni de coña. Vámonos— se puso la capucha y, con la cabeza agachada, comenzó a andar hacía la puerta con Mangel detrás de él.

♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥

— ¿Me puedeh explicah qué demonioh fue eso? — preguntó Mangel apenas llegaron al apartamento de el Rubius.

Rubén suspiro y se tumbo en el sofá, exhausto.

— No lo sé, es sólo… ¡no sé!— miro a su colega a los ojos—. Verla allí, después de tanto tiempo. Es decir, ¡fueron 4 años los que estuve buscándola! Y no salí con nadie esos 4 años, ¿lo recuerdas?

— Pueh claro. Ha sido la únicah veh que te he visto enamorao.

— Y tú te burlaste muchísimo de mí.

— ¿Y cómo queríah qué no me burlara? ¡Jodeh, macho! Ella era una completa desconocida. La visteh sólo una veh y ella sólo quería follah contigo. Te obsesionaste como una maniaco y cuando visteh que no la encontraríah jamah, comenzaste a follah con desconocidas y a salíh con chicas como…

Entonces la puerta se abrió y una chica de rubia y larga melena entro por ella con varias bolsas repletas de zapatos, vestidos, collares y demás accesorios.

— Jenni— terminó Mangel mirando a la rubia.

— Migue, hola— saludo Jenni mientras besaba ambas mejillas del azabache—. Uf, tu barba ya pica— le sonrío picara y se sentó sobre las piernas de Rubén—. Hola, amor.

— Hola, linda, ¿a dónde fuiste? — preguntó el castaño y beso a su novia.

— De compras, ya sabes… ¿Y tú dónde estabas?

— Mangel vino por mí en la mañana y pues hace mucho que no lo veía así que… decidí irme con él…

— Sin consultarme— le interrumpió Jenni y de pronto toda su tierna actitud desapareció.

— Jenni, tú ni siquiera estabas aquí. Aparte, no tengo porque pedirte permiso para salir con mi mejor amigo— dijo Rubén intentando hacérselas de valiente.

— ¿A sí? ¿Y cómo se yo que éste friki sin vida no te llevo a revolcarte con alguna gata? — la rubia se puso de pie, furiosa, y miro a Mangel con rencor.

— La única gata con la que se acuesta es contigo, princesa— respondió Mangel ofendido—. Ahora, si me disculpan, me voy. Rubiuh, llámameh cuando tengah lo pantaloneh de terminar con ella.

Se puso de pie y se acerco con velocidad a la puerta, antes de que Jenni pudiera procesar sus palabras y comenzará a lanzarle cosas.

—Poh cierto, hoy hay fiestah  en mi casa. Si quiereh ir, siempre es bienvenido— y se fue.

♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥

Mi móvil comenzó a sonar: en la pantalla aparecía la foto de un joven cachetón de ojos rasgados o, como muchos lo llaman, Willyrex.

— ¡Guillermo, mi cielo, hola! — respondí entusiasmada. Seguro ya se había enterado que estoy en Madrid.

— ¿Cómo que estás en Madrid?— escuche al otro lado de la línea. Parecía que él estaba en una fiesta o algo por el estilo.

— Sí, sí. Llegué ayer.

— ¿Y por qué me acabo de enterar, ah?

— Será porque no me sigues en Twitter, cielo, que allí lo he publicado— le respondí aguantando la risa—. Y al parecer tampoco ves mis vídeos, que allí también lo he dicho.

Él se quedo en silencio unos segundos y después respondió.

— ¿Dónde te estás quedando? Porque como te estés quedando en un motel, te juro que me cago.

— ¡Anda, que va! Me estoy quedando con el pequeño Alex y su familia. Que su mamá me odia, tio, os lo juro…

— Ya, linda, que seguro habéis llegado enseñándole tus tatuajes y tu marihuana— se burlo de mí. ¡Tremendo chico!

— Yo ya no le entro a la marihuana— intente defenderme—, pero en fin: ¿qué ocurre? ¿Por qué me has llamando?

— Pues, chica, que eres mi mejor amiga y me acabo de enterar que andas por Madrid. Mira que te extraño un mundo. Dime dónde estás, que paso por ti.

Le pase la dirección, él dijo que en 15 minutos llegaba por mí. Al parecer me llevaría a una fiesta en una casa de unos amigos de él con nombres muy curiosos. ¿Cheeto? ¿Magel? Bueno… veamos que pasa. 

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⏰ Última actualización: May 06, 2014 ⏰

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