Aquí estoy en el andén al filo de mi corazón, esperando a que llegue el tren que administra tus sentimientos. Ya han pasado varias noches y no logro entender entre la negrura de la noche la falta luz que anuncia su llegada.
Es sabido que mi tren no cumplió con su entrega muchas puestas de sol. Es sabido que la carga que transportaba en ocasiones no llegaba a su capacidad máxima. Sin embargo el camino a tu corazón se ha vuelto frío y peligroso.
No manejo una maquinaria sofisticada, poseo muchas abolladuras y a través de los años algunas piezas fueron taponadas. Es mi locomotora, mi humilde pero fuerte locomotora de sentimientos.
Puede ser mejor, puede llegar a su capacidad máxima esta maquina de amor, pero en los rieles necesita escuchar el sonido armonioso de tus ruedas, el olor agradable de tu vapor y las luces como estrellas de la llegada de un beso, un abrazo o una caricia.
No te culpo si no quieres poner en marcha el mecanismo del ferrocarril porque estés ocupada reparando los engranajes de tu pasado, presente o futuro pero quiero que sepas que este maquinista está aquí también en el andén esperando como un pasajero a que me busques y me lleves a conocer los matices de una tierra que nunca conoció desdicha.
Mientras sucede planeo enviar todas las noches un cargamento de pasión hasta el borde de tu corazón, aunque no lo aceptes porque aunque sea una idea difícil, la fe me ínsita a creer que algún día mi estación se deleitará una vez más con el temblor de tu llegada.
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Poemas y Versos
Poetryimagínate una tarde lluviosa que consigo trae un frió acogedor, una balada cualquiera sonando en la radio local, una manta y una taza de chocolate caliente. Todo buen ambiente promueve el sentimiento y el sentimiento se vuelve arte cuando se traduce...