It's a secret, hyung. « YoonSeok »

Capítulo 3

Estar frente a la casa de Hoseok me ponía nervioso, entrar me ponía incomodo y sentarme en el sofá me daba miedo.

- ¿Yoongi? ¿Qué haces aquí?- Preguntó una sonriente Jiwoo, que al verme sentado en el sofá aprovechó para sentarse a mi lado.- ¿Por qué no respondías mis mensajes? Ni siquiera contestabas las llamadas...

- Últimamente ni siquiera miro el celular, lo siento.- Mentí. Era obvio que la verdadera razón era nada mas y nada menos que la falta de pelotas que tenia, no me atrevía ni a contestarle los mensajes debido a lo tan mierda que era, y a pesar de que no me atrevía a mirarla a los ojos, pude responder mirando la nada misma.

- Uhm... Ya veo, me tenias preocupada, Yoongi. ¿Viniste a verme? ¿Quieres que vayamos a comer a algún lado?

- Hoseok... Hoseok me pidió venir a buscarlo para salir a comer algo.- Respondí.

- ¡Hyung!- Gritó el menor, bajando las escaleras casi corriendo para llegar al sofá.

- Hola Hoseok.- Saludé.

- Yoongi... No nos hemos visto desde el sábado, ni siquiera hemos hablado, ¿No puedes salir con Hoseok otro día?- Se quejó Jiwoo, abultando los labios en forma de ''V'' invertida.

- Lo siento Noona.- Interrumpió el menor, poniéndose en el medio.- Yo lo pedí primero.

Maldito Hoseok. Maldito corazón que bombardea tan rápido. Maldita suerte, Min Yoongi. Estás en el medio de una dicusion de los Jung, por ti.

- ¿Estas hablando enserio? por favor..- Pidió Jiwoo, pero solo logro que Hoseok me levantara agarrando mi brazo y me lleve hacia la puerta.- ¡Vamos, Hoseokie! Es mi novio...- Casi gritó Jiwoo.

- Y yo soy su amante, Noona.- Gritó Hoseok luego de reír, mientras me sacaba de la casa.

¿Cómo es posible que con 6 palabras me haya matado, revivido y vuelto a matar tan rápido? Diablos Hoseok, ni siquiera te imaginas el poder que tienes en mi, maldito niño causa problemas.

- Y bien, ¿Qué estamos esperando? Vamos a comer.- Dijo él con una sonrisa en el rostro.

En el camino, Hoseok me contó muchas cosas, ya que ni siquiera podíamos tener una conversación decente gracias a que yo no podía decir mas de tres palabras sin comenzar a sentir que se me cerraba lentamente la garganta. Aún así, en todo el camino no hubo ningún silencio incomodo gracias a él, ya que pasaba de contarme el como se siente trabajar en un supermercado, a lo que comió la noche anterior. Todo era divertido con él, todo estaba acompañado de risas, sonrisa y gritos o sonidos que lograban darme a entender, otra vez, a quién le pertenecía mi corazón. 

Llegamos a un lugar grande y espacioso, que de todas formas no observe mucho por tratar de imaginarme lo que preguntaría Hoseok o que le respondería yo a esas preguntas. Es decir, de todas formas las probabilidades de que él me crea son muy pocas. ¿Quién creería algo así? Nadie esperaría olvidar un detallito como este. Un detallito que arruinó mi cerebro cuando recuperé la conciencia al despertarme el día siguiente.

- ¿Qué quieres comer, hyung?- Preguntó Hoseok al sentarnos uno frente al otro.

- No lo sé, lo que sea me da igual.

- Mmm...- Respondió, leyendo el menú que estaba sobre la mesa.

A decir verdad, ahora que lo pienso, estar con Hoseok siempre me había puesto nervioso. Las pocas veces que habíamos estado juntos eran acompañadas de cientos de pensamientos e inquietudes, pero la diferencia entre el ahora y el antes es mucha. Habían pasado dos semanas de aquella fiesta, era muy pronto y no estaba listo para decirle todo.

- Yo... quiero bibimbap.- Decidió el menor luego de unos minutos.

- Pediré lo mismo.

Llamamos a el mesero, y luego de que nos tomara el pedido y se fuera, sentí como el mundo se detenía al mismo tiempo que mi corazón al escuchar las palabras de Hoseok:

- Hyung, anoche tú... ¿Recuerdas lo de la fiesta?- Preguntó mirándome a los ojos, como si quisiera sacarme todo lo que tenia guardado con esa maldita y linda mirada.- Por favor, dime lo que no recuerdo.

- Yo... Hoseok...- La garganta me dolía, las manos me sudaban y sentía que me estaba por morir. Pero como dijo Seokjin, sino es ahora será mas adelante y tendrá el mismo final.- No es algo que quieras escuchar, no es algo bonito. 

-  Quiero escucharlo, sea lo que sea, quiero oírlo. Y por favor, dilo tal cual como fue, no cambies nada, hyung. Quiero recordar hasta el más mínimo detalle de ese día.

Suspiré para luego tomar todo el aire que necesitaba para confesar aquella estupidez, no alargaré la historia, contaré todo tal como él quiere y largaré toda la carga que tenia en los hombros. Así es como debe ser, así es como podré olvidarme fácilmente de mi amor unilateral para siempre.

- Estábamos borrachos Hoseok, demasiado.- Comencé a decir, notando cada vez más lo nervioso que me ponía contar esto.- Comenzó con una charla normal, ya sabes, al ser tu cumpleaños estuviste todo el tiempo rodeado de gente, por lo que no te había podido saludar correctamente. Entonces, cuando noté que ya no tenias tanta gente como antes, me acerque a hablarte, claramente fue una mala idea, porque de saber que terminaríamos... así, no hubiese tomado ni una gota de alcohol, lo juro. Maldita sea, lo lamento Hoseok, sé que tú y tu hermana no querrán que me acerque nunca mas, y lo entiendo, por es...

- ¿Cómo terminamos?- Me interrumpió él.

- Ya sabes, de ese modo Hoseok. No me la hagas mas difícil, ya sabes a que me refiero.- Respondí, llevándome el cabello hacia atrás con una mano.

- No lo entiendo, hyung.- Respondió él.

Suspiré y luego contesté:

- Hicimos aquello que hizo que tu culo doliera.

- ¿Nos caímos?- Preguntó el menor, asintiendo con la cabeza, como si hubiera entendido de que se trataba todo.- No te preocupes hyung, no hay necesidad de que noona o yo nos enojemos, las escaleras son peligrosas.

- No es eso Hoseok, maldita sea, eres ingenuo cuando quieres.- Agregué luego de mi milésimo suspiro del día.- Tuvimos sexo en tu habitación mientras los demás estaban abajo. Nos importo todo una mierda. Me importo todo una mierda.- Dije frotando mi cara con ambas manos.- Soy una mierda.

- Te pedí que me dijeras algo que no sepa.- Contestó el menor.

- Eso es todo hoseok, luego fuimos a dormir.

- No me refería a eso, hyung. Creo que ambos tuvimos la misma idea de ocultar el hecho de habernos acostado.- Admitió para luego reírse con un par de carcajadas.- Sólo que te descubrí primero.