Han pasado un buen tiempo desde la última vez que Pía me llamó, pero he estado tan ocupado que no me había dado cuenta.
Hago una pausa en lo que estoy haciendo y me fijo a través de la ventana en los ciruelos florecidos en el patio de mi casa. Por fin se acerca la primavera y en estas fechas Pía siempre organiza una junta para hacer un asado. No pasan más de 5 minutos, cuando suena mi celular y sonrío al ver que es ella quien llama. Como siempre, mi amiga es tan predecible.
Quedamos para el 15 de septiembre. Nos juntaríamos con un grupo de amigos en el parque de los cerezos.
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Sin Sorpresas
Proză scurtăÉl lo sabe todo y ella no se da cuenta de nada. -Historia Corta-