Camarada Marciano

A punto de hacer Historia

Señores, oficialmente todo está listo para mañana. Gracias por haber participado en este proyecto, estoy seguro que a partir de que se consiga la misión Kasei-1 podremos lograr que la humanidad llame a Marte su segunda casa. SpaceX ya preparo su BFR junto con el módulo Kasei en el cosmódromo de Baikonur. Ya tenemos todo preparado para iniciar operaciones mañana en la mañana. Descansen, que mañana harán historia.

Ese fue el discurso del director Kozlov al momento de terminar los últimos arreglos en los controles y monitores que mantendrían comunicación con el cuartel en Kazajstán. Después de que terminó de hablar nos retiramos a nuestras casas, debíamos descansar bien para estar en Baikonur a las 5 de la mañana. Justo antes de salir me aborda Stan, un ingeniero con el que me llevaba bien y que había trabajado en el desarrollo de los sistemas de mando conmigo y con mi esposa.

-Alik, este será tu primer viaje al espacio, ¿no sientes nervios por la misión?

-Sí, pero no importa, si consigo regresas a la tierra quedaré inmortalizado junto a Gagarin o Tereshkova como un conquistador del espacio

-¿Pero te das cuenta de que no es cualquier misión?, estamos hablando de Kasei-1. Serás el primer humano que llegue a marte, y no a hacer simples estudios o exploraciones. Te encargarás de poner en marcha el sistema Motojima para comenzar la terraformación. La misión durará muchísimo tiempo y nadie te garantiza que no ocurran contratiempos en los dos años que estarás en el espacio.

-Sí, comprendo que las condiciones son incluso más desfavorables que las de la misión Apolo-11, pero no puedo retractarme ahora. La humanidad y la madre patria necesitan de mí en estos momentos y no puedo negar el llamado para glorificarnos.

-Bien, no es por matar tus ilusiones, pero el porcentaje de éxito se encuentra en 20%, algo sumamente bajo.

-Lo tengo bien en cuenta Stan.

-bueno, no molestaré más, nos vemos mañana en el cosmódromo, Me saludas a tu familia.

-Así lo haré Stan, nos vemos.

Llegando a mi casa, el sol ya se había ocultado y mi esposa y mis hijas se encontraban dentro. La construcción era sencilla de dos pisos y se encontraba a las afueras de la ciudad de Baikonur y como a media hora del cosmódromo. A pesar de que se encontraba casi en medio de la nada decidí adquirirla porque la contaminación lumínica era poca y me dejaba apreciar los astros con claridad.

Al entrar a mi casa mi hija Milenka me recibe con mucho entusiasmo, ella es la menor de mis dos hijas y la que más apego me tiene. Supongo que por su edad aún es muy cercana a nosotros.

-¡Hola Papá!, al fin llegaste. ¿Por qué tardaste tanto? –me dijo Milenka muy enérgica

-Disculpa hija, tuve mucho trabajo hoy y teníamos que dejar todo listo para mañana.

-Ah cierto... mañana te vas a las estrellas y nos dejas por dos años –me dijo con tristeza.

-Mi pequeña, no te pongas triste, esto va a ser por una causa importante. Posiblemente si la misión tiene éxito después podamos ir todos juntos, eso es lo que la agencia y los señores de SpaceX tienen planeado. Así que cuando regrese te prometo que haré todo lo posible para que el siguiente viaje lo hagamos tú y yo.

-¿Lo dices enserio papá? –preguntó Milenka entusiasmada.

-Por supuesto que sí, pero tú a cambio tienes que estudiar duro y terminar una carrera universitaria.

-Pero eso tomará mucho tiempo –me dijo desilusionada.

-Lo sé hija, pero también tomará mucho tiempo hasta que podamos ir todos nosotros. Además ese viaje no saldrá nada barato y tu mamá y yo tendremos que ahorrar mucho para juntar el dinero.