Todo vuelve a empezar (Gemeliers). #T2

Capitulo 3

*Narra Celia*

Estabamos en la cola para entrar en el avión, eran enorme. Tenia un poco de miedo en subir ya que era mi primera vez que montaba en un avión, pero con esta gente me sentia segura. Llegó nuestro turno y los demas me notaban algo tensa.

Dani: -¿Celia estas bien?

Yo: -Supongo... Algo nerviosa

Jesus: -No te preocupes cielo que estas con nosotros y no te va a pasar nada

Yo: -Lo sé pero como nunca he subido a uno....

Mariam: -Celia deja de pensar en eso y piensa en lo bien que nos lo vamos a pasar este verano

Yo: -Gracias chicos.-Les di un abrazo a cada uno

Estabamos sentados cada uno en su asiento y Jesus me daba la mano, me tranquilizaba. En menos de un abrir y cerrar de ojos ya habiamos despegado. Fue entonces cuando todos los que hibamos de viaje se quedaron dormidos, menos yo. Me puse mis cascos y me puse música, poco a poco se me iban cerrando los ojos hasta que me quedé profundamente dormida.

Jesus y Dani me despertaron unos 5 minutos antes de llegar, pero Mariam ni se inmutaba seguia durmiendo. Las vistas desde la ventanilla del avión eran muy bonitas, vimos un precioso parque, la torre de pizza y alguna que otra cosa más antes de aterrizar.

Mariam se despertó de golpe nada más aterrizamos y no pudimos evitar reirnos.

Bajamos del avión, un poco adormilados pero entusiasmados por llegar al hotel, dejar las cosas y salir (nuestros padres nos dejaban ir solos) a ver aquella fantastica ciudad.

Despues de media hora estabamos en el hotel pidiendo nuestras habitaciones. Este era el reparto de habitaciones: Mis padres y mi hermano en una habitacion, los padres de Mariam en otra, los padres de los gemelos en otra y nosotros cuatro en otra, en un total de cuatro habitaciones en un mismo pasillo. 

Subimos a nuestra habitacion lo más rapìdo que pudimos para empezar a deshacer las maletas y poder irnos. Los chicos compartian el armario y Mariam y yo tambien compratiamos otro armario.

Salimos y empezamos a andar sin rumbo. Pasaron unos 10 minutos y nos dimos cuenta de que nuestro hotel estaba al lado del parque tan bonito que vimos desde el avión.

Entramos en el parque y nos sentamos en el cesped, a orillas de un lago. Pasamos toda la tarde allí, una tarde genial. Pienso que así seran todas las de este verano.