Y cuando piensas que la historia es perfecta la tormenta acecha, arranca el sentimiento en las palabras, se lleva las buenas rachas, hace que te olvides de todo, que pienses solo en los momentos borrosos, borrosos por las lágrimas derramadas bajo las sabanas... borrosos pero nítidos, por esa fuerte tristeza que te arrancó el alma de una pieza, y ahora vagas sin voz y sin ganas, suplicando a la nada, reclamando tu importancia... buscando el lugar donde encontraste esa felicidad, la que ahora ves demasiado lejos, difícil de alcanzar.
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Pequeños Secretos
RandomDejando correr la tinta, junto a mi corazón que aún palpita, quiero que mis palabras transmitan, lo que mi mente súplica.