¡No me la da puta gana irme! -grito, cansada de todo el lío que están armando.
Te vas a ir, muy a nuestro pesar -responde mi padre- Es lo mejor para ti.
Ana, empieza a hacer las maletas, el avión sale en tres horas -dice mi madre desde la cocina.
Subo súper cabreada a mi cuarto. Simplemente no pueden hacerme esto, se han pasado y mucho.
Cuando se enteraron ayer de lo que pasó, mi madre no dudo en llamar al internado del folleto del que le habían hablado varios de mis profesores. Me sacó un billete de avión a Barcelona y ahora pretenden deshacerse de mí mandándome a esa mierda de sitio.
De repente oigo un grito desde abajo.¡Date prisa, Ana! ¡Lo que no hayas guardado en una hora se queda aquí! -dice mi padre.
Me pongo a hacer las maletas ya que está decidido, no me van a dar otra oportunidad.
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Después de una hora en el avión llego al aeropuerto de Barcelona, lugar en el que nunca he estado, pero según lo que me había dicho Alex es muy bonito. Al pensar en Alex,me pongo mal, ya que llevaba desde pequeña con él. Era de las únicas personas en las que podía confiar cuando estaba en Madrid, aparte de Cristina, mi mejor amiga ,Laura y Mario.
Salgo del aeropuerto y enciendo el móvil e ignorando los mensajes de mis amigos y las dos llamadas de mi madre, enciendo google maps y veo que pone que no tardaré más de veinte minutos andando, así que cojo mis maletas y empiezo a caminar mientras hablo por teléfono con Cristina ,contándome lo mucho que echa de menos que no esté ahora mismo en su casa.
Cuando el móvil me avisa que he llegado al internado, cuelgo a mi amiga y observo el edificio. Es grande y marrón, tiene un gran patio que lo rodea, también hay una zona con césped y unas canchas de baloncesto al otro lado.
Entre el internado y yo lo único que nos separa es una gran puerta con barrotes de metal.
Empujo la puerta y esta se abre, permitiéndome entrar al recinto.Camino por el asfalto de piedras, cansada de cargar con las dos pesadas maletas hasta que llego a la puerta del edificio. La empujo levemente y entro dentro,