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Pov Taehyung

El timbre que daba por anunciando que mi última clase había concluido acababa de sonar, me aligeré a guardar mis cuadernos lápices y demás cosas.
Tenía prisa por llegar a mi casa pues pronto llovería y yo no había llevado conmigo un abrigo mucho menos un paraguas, tampoco tenía auto como para darme el lujo de quedarme a hablar con mis amigos y perder el tiempo por lo que en cuanto termine de guardar mis cosas salí inmediatamente de la universidad como alma que lleva el diablo.

Caminaba con prisa unas cuantas gotas comenzaban a caer y yo no quería llegar todo mojado a casa así que comencé a correr.Faltaba ya poco para llegar, cuando pasé por un callejón algo oscuro y logré escuchar un maullido.

Los gatos siempre me han gustado en demasía, tanto que mi amigo Jimin siempre suele decirme que si no tengo una novia pronto, terminaría viviendo solo y con 80 gatos, pero no era mi culpa el hecho de un gato me pareciera más lindo que un par de pechos y rubias oxigenadas.

Pero dejando todo aquello de lado detuve mi paso al volver a escuchar el maullido, maullido que sonaba afligido y valiendome una mierda que fuera a mojarme me dispuse a buscar al gatito con la mirada, hasta que lo noté, fije mi vista en unas bolsas de basura, fue allí cuando noté a un gatito color negro, se miraba tan pequeño e indefenso, mire que una de sus patas delanteras sangraba y todo él temblaba del frío.
Las gotas comenzaban a caer más y más pero no podía dejar al pobre gatito ahí, vulnerable ante todo, sería muy inhumano dejar a tal criatura en esa situación, mi corazón no me permitía hacerlo y sin pensarlo mucho tomé al pequeño gatito y lo coloque debajo de mi camisa para que este no se mojara, luego de haberme asegurado que él gato no se mojaría más (de lo que ya estaba) volví correr pues la lluvia se intensificaba con cada paso.

Al llegar a casa dejé al mínino sobre el sofá, fuí a mi habitación a cambiarme de ropa y luego busqué un pequeño botiquín y unas toallas. Me dirigí al baño lugar en donde preparé el agua de manera en que está estubiera tibia para el gatito.

Todo esto lo hacía a sabiendas de que ellos no son muy fans del agua, pero era lo máximo que podía hacer, el gatito apestaba y situaciones extremas requieren de soluciones extremas. Cuando terminé fuí a la sala tomé al pobre y desnutrido gatito entre mis brazos y fuí a bañarlo. El baño no fue tan difícil, el gato no tenía las fuerzas necesarias para hacerle frente al agua y a mí .
Y luego de un tiempo ahí estaba yo vendadole la patita herida, al terminar noté que él gatito estaba durmiendo, tan plácidamente, se había enrollado un poco, su respiración era suave y delicada sus ojitos se veían como pequeñas líneas era un gatito muy lindo y comenzé a preguntarme seriamente quién había sido el desgraciado o desgraciada que se había atrevido a dejarlo ahí votado.

[•••]

El tiempo había transcurrido, para ser exactos había pasado ya un mes desde que me encontré al gatito y este se veía mucho mejor que la primera vez que lo ví, se le veía más alegre y lindo, sus costillas ya no se notaban y su patita se había sanado perfectamente.
Todo parecía marchar bien, y si parecía, pero últimamente se comenzaba a comportar de una manera un tanto extraña ya no se acercaba mucho a mí y eso de cierta manera me hacía sentir triste y a la vez confundido ya que en un inicio era super cariñoso y apegado a mí. ¿Acaso había hecho algo mal?no sabría si hay una respuesta para aquello pues he hecho de todo por el gatito.

Era lunes y mi reloj marcaba las 6:40 am, no tenía muchos ánimos de ir a la universidad pero ya me había alistado.

Él gatito estaba en la venta viendo a saber qué, no es como si tuviera importancia seguramente solo es una mariposa, le servi su comida, tome mi mochila y me despedí de kookie y sí, ese era el nombre del gato, se me había ocurrido cuando un día  vi como trataba de bajar mis galletas de un estante. Cosa que realmente me pareció muy tierno.

Sin perder más el tiempo  salí de mi casa rumbo a la universidad con la ilusión de que sería un buen día, mas con el transcurso de este me dí cuenta que estaba equivocado.

La universidad fue muy agotadora en especial la clase de química, él profesor Choi sabía como joderme la vida y Lisa también, estuvo insoportable no paraba de coquetearme tirándome muchas indirectas como la zorra que es.
¿Qué parte de que no me gusta no comprende?

En fin ahora, después de ese largo y agotador día, estaba enfrente de mi casa mientras sacaba mis llaves para luego proceder a introducirla en la cerradura.

Cuando termine de abrir la puerta deje caer mi mochila en el piso y cerré la puerta detrás mío. Cerré mis ojos y dejé escapar un suspiro de cansancio, sentí como si alguien estuviera viendome, por lo que abrí mis ojos y fuí elevándo la mirada de poco en poco hasta llegar al sofá.

Grande fue la sorpresa que me llevé.

Me encontré con un chico de tez pálida, ojos marrones y cabello azabache, vi como de su cabellera sobresalían unas orejas del mismo color también pude notar que tenía una cola negra y unas piernas hermosas joder, toda su piel se veía tan suave, sus piernas eran una hermosura y puse de todo mi esfuerzo para no seguir viéndolas  y mucho menos ver su partes íntimas puesto que el chico estaba completamente desnudo.

De verdad que estaba poniendo mi mayor esfuerzo para ver solamente su rostro, era un chico simplemente perfecto su rostro era muy lindo pero yo no podía quedarme ahí parado como un imbécil viéndole, tenía que preguntarle qué carajos hacia en mi casa y quién es y así lo hice.

-¿Quién eres? Y ¿Qué haces en mi casa?.-Dije, mi voz saliendo más varonil de lo que hubiera deseado.

-¿No son esas unas preguntas muy tontas mi amo?-Me respondió con un tono divertido.

Su voz era tan hermosa, tan melodiosa...

-¿Amo?¿Cómo que amo?- Si bien el chico era profundamente atractivo no debía de olvidar que no lo conocía, estaba en mi casa y no tenía ni la menor idea de cómo había entrado -¡Responde!-Dije totalmente confundido.

-Bueno respondiendo a lo primero... soy Kookie usted mismo me puso ese nombre, segundo usted me trajo a su casa mí amo, tercero usted es mi amo pues me alimenta y me cuida ¿O no debo llamarlo de esa manera?.

No entendía nada  bueno quizás era que no lo quería entender.

-Estas diciendo que tú....¿Eres mi gato?.

-Así es mi amo- Me dijo como si fuera algo de lo más normal.

-Ok...¿Osea qué tú eres algo así como un híbrido- indague pensando a  la vez seriamente si alguien había puesto un tipo de droga en mi comida.

-Sí.

-¿Y por qué te atreves a presentarte en tu forma humana hasta hora y no haberlo hecho antes?.-

-Yo....yo tenía miedo y ahora lo hago porque confío en usted...- el chico estaba nervioso, demasiado, se le notaba, jugaba con sus manos y se relamia los labios a cada instante- yo... necesito que me ayude con algo- Al decir esa última frase su rostro se tornó de un color carmín y bajo la cabeza viendo fijamente su regazo.

Llámenme tonto, confianzudo, descuidado, como quieran pero ahora mismo no deseo buscarle algo de razón a esto no quiero seguir pensando en si alguien me drogo o algo así, ahora solo quiero respuestas y la obtendré sin importar que.

-¿Miedo de qué o quién? Y.... ¿Para qué quieres mi ayuda?

Mi pequeño híbrido VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora