CAP 3 ( editado)

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Después de que Yoongi lo arrojara a la parte trasera de su auto, él ingresó posicionándose encima
de Jimin.

—Así que no te basta con lo que te doy, que tienes que andar de zorra, ¿eh?

—No, no es nada de lo que piensas, por favor no me hagas nada, por favor, te lo suplico.
Debajo del mayor, el rostro del peli-naranja se enrojeció y sus ojos se cristalizaron, anunciando
nuevamente el llanto.

—Cállate, maricón. Debo darte una lección para que sepas a quién perteneces

Junto con las cosas que le decía empezó a buscar botones y cremalleras en las prendas de Park
para desnudarlo, mientras que él solo se bajó el pantalón y la ropa interior, se dio la vuelta
apoyando la cara del menor contra los asientos y levantando su trasero. No podía observarlo, pero
supo, por el ruido de una envoltura, que Yoongi se estaba preparando al colocarse un condón.

Sin prepararlo, ni tener el mínimo cuidado en Jimin, impulsó su pelvis contra el cuerpo del menor,
de una sola estocada, provocando un fuerte y agudo grito, que salió de lo más profundo de la
garganta del peli-naranja.

El padecimiento de Park se vio reflejado en los gestos deformados de su rostro, las lágrimas que se
escurrían por los rabillos de sus ojos, el removimiento de sus pies, los puños que se formaban al
costado de su cuerpo para sostenerse y no caer, las injurias que salían de su boca y su corazón
latiendo muy deprisa.

—Imbécil, cállate de una puta vez —Gritó, estampando la palma de su mano en el trasero de jimin,
haciéndolo gemir de dolor.

Lo siguió torturando con el vaivén agresivo de sus caderas, haciéndolo gimotear silenciosamente
debido a que su rostro estaba apoyado contra los asientos del auto. Se notaba la crueldad de
Yoongi cada vez que Jimin intentaba zafarse y gritar, y el mayor dejaba caer la palma de su mano

Llegó un punto en el que el peli-menta aceleró sus estocadas para llegar al clímax de su sucio
placer y luego correrse dentro de Jimin soltando un gruñido. Al salir del interior de Jimin, dejó
rastros de ese liquido viscoso y blanquecino chorreando suavemente por la entrada de este hasta deslizarse por su piel y caer a la tela de los asientos. Se deshizo del condón y se acomodó la ropa,
para luego hacer lo mismo con el de cabello naranja.

Park respiraba agitado y escurriendo sus lágrimas con los dorsos de sus manos, mientras el otro lo seguía teniendo preso bajo su cuerpo, entonces el menor pensó que lo dejaría; sin embargo,
estaba equivocado, pues su puño impactó contra su rostro una y otra y otra vez, hasta que dejó de
sentirlo, es decir, cuando todo se puso negro y perdió el conocimiento.

(...)

Mientras el mayor manipulaba el volante de su auto, dirigiendo este por la carretera, su mente
comenzó a cavilar sobre Park Jimin. Lo sentía tan estúpido, un completo imbécil. No entendía como es que no le bastaba con que todos los días lo follara salvajemente, que también se iba a coquetear como un puto con el chico nuevo. Esa rata asquerosa.

Después de haberle dado esa supuesta lección y dejarlo inconsciente. Siguió conduciendo hasta su
casa, pensando en que no dejaría a Jimin juntarse con ese idiota.

Cuando finalmente llegó a su casa, bajó a su víctima del auto, llevándolo en sus brazos lo dirigió al interior de su vivienda, mirando hacia todos lados, para que nadie lo estuviera fisgoneando. Subió
las escaleras hasta su habitación con Jimin en brazos. Al llegar, lo lanzó con poco cuidado a la cama
y esposó sus delgadas muñecas a la cabecera metálica con unos grilletes.

(...)

El tiempo pasaba, y el enojo de Yoongi incrementaba con cada segundo, pues jimin no despertaba.

A paso firme, subió hasta su habitación, con un vaso de agua en una de sus manos, llegando y
observando al menor, aún inconsciente sobre su cama. Por un efímero momento, sintió algo de
remordimiento, ante el menor, al verle el rostro moreteado, y tan indefenso; pero pronto ese
pensamiento se esfumó, pues en su mente solo pasa una cosa: “Se lo merece por ser una perra
regalada”, dejando otra vez a su enojo reinar su cuerpo. Arrojó el contenido del vaso sobre el
pequeño de cabellos naranjas.

—¡Aaah! Pero ¿qué haces? —Intentó levantarse, pero no pudo—. Uh, por qué me esposas. Suéltame —Forcejeó—, por favor, suéltame.

Yoongi ignoró sus palabras, le colocó una mordaza en la boca y dijo:

—Ahora sí nos vamos a divertir Park.

Abrió un cajón y sacó de ahí un látigo de cuero color negro, el cual deslizó por el cuerpo del menor
de forma lenta, cinco segundos después, y sin ningún tipo de aviso, golpeó con este el torso del
menor, sobre la delgada camisa, provocándole un chillido a Jimin; mismo que quedó ahogado en
el paño de su boca. Con algo de dificultad, volteó el delgado cuerpo de su víctima, dejando su trasero desnudo a su merced, dando latigazos, en ambos glúteos, cada vez más fuertes y dolorosos, al igual que lo gritos y lloriqueos, que subían su volumen, quedándose en la mordaza.

Jimin empezó a llorar por el dolor insoportable de los latigazos. Mientras que el pálido, disfrutaba
de su dolor. Dejando el látigo a un lado, le dio la vuelta a Jimin a su posición original y con su miembro al descubierto se sentó sobre el pecho del menor, con una pierna a cada lado del cuerpo desnudo de Jimin, por lo tanto, su miembro rozó la mordaza tortuosamente.

El pequeño cuerpo contrario se retorcía y en balbuceos inentendibles suplicaba porque se
detuviera.

—¡Mierda! Cállate de una jodida vez. Te quitaré esto —Señaló el pañuelo—, pero solo quiero oír
tus gemidos y jadeos. No quiero escuchar tus súplicas o chillidos, ¿entendiste?

Y tras el asentimiento de cabeza del de cabello naranja, el otro le quitó la mordaza, el cual colgó
del cuello del primero.

Ya sin la mordaza, y antes del que el menor pudiera formular palabra, introdujo su miembro en la
boca de Jimin. Segundos después lo sacó con una hilera de saliva ajena.

—Por favor, no —Susurró, con dificultad.

—Te dije que no quería escuchar tus quejas.

Le dio una cachetada y deslizándose hacia abajo se metió entre sus piernas para que su miembro se abriera paso en una lenta y dolorosa penetración. Un fuerte grito salió del menor. Más el pálido con una mano tapó la boca y con la otra empezó a jugar con las piernas de Jimin al colocarlas
alrededor de sus caderas para poner enterrarse en lo más hondo de él.

—Quiero oírte gemir, pequeño; no quejarte.

—Por favor, déjame. Termina de una vez, con esto —Gimoteó, con lágrimas en los ojos.

El enojo del mayor aumentó al igual que sus embestidas, las que se volvieron más erráticas y certeras, tanto que logró tocar una parte sensible del menor, que, en vez de causarle placer, le
causó dolor. Ahogó un grito desgarrador que acalló mordiéndose el labio inferior, pues no quería enojar más a su agresor.

—Esto es lo que pasará cada que te vayas de regalado.

Volvió a dar en su punto, y el menor sin poder evitarlo, dio un grito de dolor. En ese momento dejó de suplicar, dejó de resistirse; era algo realmente inútil, pues no importaba cuánto luchara, nada cambiaría, solo le quedaba llorar y esperar que todo acabara.

Mientras que el pálido disfrutaba plenamente de la vista que le proporcionaba el menor. Sus
sensuales curvas y su piel blanca bajo esa mente retorcida.

Sus estocadas iban cada vez más y más rápido, con más fuerza, mientras que sus dedos se clavaban en la cadera del pequeño,
dejándolos marcados. Min soltaba jadeos y gruñidos, debido a la excitación que sentía, en tanto su abdomen se contraía, dando aviso a su ansiado clímax; con unas pocas estocadas más, derramó su esencia en el interior del otro, saliendo de este y centrando su vista en el camino de semen que se escurría por la entra del menor hasta llegar a las sábanas. Ascendió su mirada hasta dar con el rostro inconsciente del otro; soltó un suspiro, tomando un pañito húmedo para limpiar a Jimin. Procedió a deshacer el seguro del grillete que sostenía sus manos y luego cubrió su cuerpo desnudo con una cobija. Seguidamente bajó en dirección a la cocina y comió algo antes de darse un largo baño; entonces volvió a subir, se quedó de pie recostado en el marco de la puerta, viendo al menor “dormir” plácidamente; se despojó de su

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Perdon por no actualisar jeje en lo personal creo que esta muy caca a pesar de ya estar editado, tal ves lo vuelva a editar después, no se ,
Bueno como sea espero les guste comenten voten gacias por el apoyoo
Chau~

~VIOLENT' S~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora