24.

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Taeyong entraba junto a una chica rubia, labios finos pero rojos, piel blanca - Maquillada diría yo - y más pequeña que el.

- Ten, es hora de irnos- tome su mano y el me observó sorprendido,no lo culpo.

Pasamos frente a la mesa de Taeyong y sentí su mirada sobre nuestras manos.

-¿Qué fue todo eso HyeMin? - pregunto extrañado Ten.

- Nada Ten, debemos hablar- dije seria, era el momento de decirle a mi amado mejor amigo que me iría y no volvería en un largo tiempo.

- HyeMin ¿no es nada bueno verdad?- pregunto, asentí y le propuse ir a un parque tranquilo para hablar.

Llegamos a un parque y caminamos hasta la orilla del río donde no se encontraba absolutamente nadie.

- ¿Y bien?- pregunto Ten mientras observaba el agua.

- Ten, como sabrás mis padres trabajan en el extranjero- comencé contándole cuales fueron as razones por las que termine viviendo con Taeyong-. Recientemente recibí una llamada, era de un tutor que mis padres habían contratado y debo viajar con ellos.

La mirada de Ten era triste, no apartaba la mirada del agua en la cual se reflejaba su expresión.

- Sólo no dejes de llamarme todos los días- pido Ten sonriendo forzadamente.

- Lo prometo- lo abrace y el correspondió mi abrazo.

- HyeMin no soy un idiota, dime que pasa con Taeyong.

Sentí como si un balde de agua helada hubiese caído en ese momento sobre mi.

- Nada, solo no quería estar en el mismo lugar que el- intente sonar lo más segura posible.

- Te creería pero tu manera de mirarlo expresaba algo más,HyeMin sabes que lo pienso sobre el, esta bien que te guste pero por favor no permitas que el haga algo más contigo- era tarde, las cosas ya habían pasado y era mejor que le lo dijera.

- Lo lamento Ten- lo abrace y sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas. Ten correspondió mi abrazo y empecé a llorar, el olor de Ten, ese olor que deberé olvidar.

- HyeMin...tranquila, recuerda que no importa lo que hayas echo ya, lo lamento mucho por no haberte protegido- acariciaba mi espalda mientras solloza bajaba en su pecho.

El no debía lamentarlo, porque tampoco debía protegerme,el no podía hacerlo. Querer protegerme de otros e incluso de mi misma era como querer mantener fresca a una rosa sin tenerla en un jarrón con agua, y a pesar de que la rosa este en un jarrón con agua algún día se marchitaria,  así mismo por mas que el me protegiera algún día alguien me lastimaria.

- Ten ,quiero quedarme, quiero que Taeyong no me haya usado.- me queje mientras me aferraba a su pecho.

- HyeMin, no puedo hacer nada al respecto- al igual que cuando una rosa se marchita, no puedes hacer nada para que vuelva a estar fresca.

- Ten, no quiero ver a Taeyong.

- Creo que será mejor que te vayas, así no tendrás que verlo- me apartó de su pecho y secó mis lágrimas.

Toda la tarde Ten se quedó a mi lado intentando sacarme unas sonrisas, lo logro, pero era el momento de afrontar la verdad.

-¿ Vas a estar bien?- cuestionó Ten mientras observaba la casa de Taeyong.

- No puedo asegurarte nada, pero en caso de que ocurra algo te llamare- el sonrió y se despidió de mi.

Observe la puerta y por un momento pensé en salir corriendo pero luego recordé que debía hacer mis maletas para irme y no volver a ver a Taeyong. Con la poco valentía que tenia - Por qué soy una gran cobarde- entre a la casa.
Ahí estaba Taeyong y la rubiecita en el sofá, decidí ignorarlos y continuar mi camino directo a las escaleras.

- HyeMin- llamó mi atención Taeyong.

- Taeyong!  No te preocupes, me recogerán mañana para ir junto a mis padres- dije y fui a mi habitación como cuando tienes que apagar la luz y correr a tu cama.

Abrí mi armario sin ganas y tome toda la ropa que era mía, mis zapatos y mis libros, todo listo para el viaje de mañana. A medida que guardaba las prendas de la maleta sentía como mi corazón se desgarraba, mi corazón estaba aferrado a la idea de que Taeyong sentía algo verdadero por mi ¿amor?.

Lo sintiera o no ya no importa ¿por qué? Porque ya había tomado una decisión.

Solo Ten y Taeyong sabian que mañana me iría, no quiero ver a nadie antes de irme, simplemente lo haría más difícil de que por si ya es.
Dormí aproximadamente tres  horas, la verdad me sentía mareada y había vomitado un par de veces después de escuchar gritos de un animal siendo asesinada - ¿Sabes a lo que me refiero?- era asqueroso.
Realmente el era un maldito asqueroso - Pero así lo quieres- recalcó mi conciencia que maldita sea.
Eran ya las seis am, hora de partir, salí de habitación y baje las escaleras procurando no hacer ruido. Antes de irme escribí una nota de que decía:

" Tal ves el amor joven esta destinado a no ser correspondido.
¿Estuvo bien entregarte mi corazón cuando tu sólo querías mi cuerpo?
No lose pero supongo que es parte de creer y aprender.
Nose con certeza lo que sientes y ahora ya no importa"

Algo confuso a mi parecer pero supongo que el debe comprenderlo, lo que hubo entre Taeyong y yo fue así , confuso.
Una parte de mi me dice que me quede.

Llegue al aeropuerto y me senté en uno de los asientos a esperar que mi tutor me encontrará,no estoy segura de lo que voy pero ya no hay vuelta atrás, es hora de olvidar a Taeyong y todo lo que alguna ves viví aquí.
Estaba decidido y no abría vuelta atrás.

Con un dolor en el pecho me senté en acolchonado asiento junto a la ventana y cerré mis ojos procurando vivir está etapa de mi juventud sin sentimientos apresurados.

UN AMOR CASI IMPOSIBLE  (Taeyong)[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora