-Y MinSeok le dijo- calló cuando el contrario lo tomó de la cintura atrayéndose a él.- Le dijo que en rea- esta vez besó su cuello.- Yifan, no.-¿Qué?- sonrió para dejar un beso duradero en su mandíbula.
KyungSoo miró detrás de su novio. Siendo que los invitaron a un fin de semana de campo, esta situación era incómoda teniendo seis pares de ojos apuntando hacia ellos.
-¿Y qué?...¿No puedo besarte ni tocarte después de estar fuera de la ciudad tanto tiempo?-
-Claramente sí, pero aquí es vergonzoso- susurró.- Y solo fue una semana- rió por la exageración.
-Fue un martirio, y por eso mismo no me voy a privar de todo tú- había llegado esta mañana y sólo quería privacidad con su bebé.. en cambio, ya iban a cenar y sus amigos estuvieron de metiches todo el día.
Pasaron diez minutos entre, uno toqueteando, susurrando palabras bonitas y otro levantando la cabeza con disimulo por si de casualidad recibía aunque sea un besito, para después el bajito saltar del banco en el que estaba e ir a la cocina porque "alguien tiene que ayudar con la mesa, voy solo" dejando al mayor protestando.
Esta de más decir que YiFan se la pasó durante toda la comida tocando el muslo izquierdo del pequeño con suma insistencia, este por su lado no se quejaba, amaba cuando el rubio lo hacía sentir deseado.
Entrando a su cuarto asignado el de ojos prominentes corrió al baño.
-Te gusta hacerme sufrir Kyung- frustrado por la crueldad de su chico permaneció en la puerta.
De un momento a otro el contrario volvió con un remeron y una sonrisa que le fue inevitable devolver.
-Ven aquí-
-Ven tú- contraatacó KyungSoo echándose en la cama.