4. Recuerdos Dispersos

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Por ese entonces tomaba yo un curso de primeros auxilios para ambulancias y estaba por terminarlo, sólo me faltaba ir a la entrega de los diplomas, cosa que por supuesto ya no me importaba. Pues resultó que ese sábado un chico del curso llamó temprano por la mañana para avisar que la entrega de los diplomas sería ese día (cabe señalar que la entrega de los diplomas ni si quiera resultó ser ese día)

Mis padres fueron a despertarme y al ver que la puerta de mi recámara estaba cerrada se alarmaron, abrieron y me encontraron inconsciente. Me llevaron al hospital donde al parecer me pusieron respirador y creo que me resucitaron porque desperté con un dolor de pecho impresionante como si me hubieran golpeado el esternón y las costillas con un bate. Estuve varios días inconsciente y creo que en coma.

De esos días sólo recuerdo algunos pequeños fragmentos: recuerdo haber escuchado a un médico decir: otra vez se esta yendo. Recuerdo haber abierto los ojos y haber visto a un médico en los pies de la cama con una aguja picoteándome las piernas y diciendo algo así como “sientes eso?”, recuerdo que lo único que pensé (y espero sólo haberlo pensado y no dicho) fue, me habré logrado depilar las dos piernas??.

Desperté en otra ocasión y al darme cuenta de que estaba viva me entró tanto coraje de que me hayan salvado, vi mi mano derecha y vi un suero conectado, lo tomé con la mano izquierda y lo arranqué de un tirón, vi la sangre brotar. Acto inmediato había una enfermera tomándome de las muñecas y lo único que pude decir fue “ups” y perdí el conocimiento. Cuando volví a despertar estaba amarrada a la cama.

Luego que me estaban bañando y a mi madre decir: trata de mantenerte erguida.

El siguiente recuerdo que tengo ya fue en casa, estaba en mi cama, traté de levantarme para ir la baño, puse los pies en el suelo y cuando intenté levantarme me caí de cara al piso. Me sentí como una muñeca de trapo. Llegó mi hermano muy molesto y me dijo casi gritando “tú aún no te puedes levantar”, me levantó del suelo y me puso en la cama. Recuerdo que mis tíos que son muy religiosos me enviaron un sacerdote para que fuera a hablar conmigo, cuando llegó le dije que el debía estar oficiando mi defunción no hablando conmigo. Le pedí que se fuera y como no lo hizo lo insulté mientras el hombre rezaba.

De ahí no tengo más recuerdos en muchos muchos meses. No sé que pasó después, cómo es que me recuperé, si me medicaron o no. Sólo sé que dejé de ver al psiquiatra porque una vez que se enteró de mi intento de suicidio mandó llamar a mis padres para decirles que dejaba de tratarme porque yo era una suicida en potencia y que no tenía solución, que lo mejor que podían hacer mis padres era internarme en un psiquiátrico por el resto de mis días porque de lo contrario iba a terminar matándome y que por eso él dejaba de tratarme, porque a él nunca se le había muerto un paciente y yo no iba a ser la primera.

Cerca de 8 meses después de este intento de suicidio estaba yo de camino a un viaje de un año a un intercambio estudiantil. Un año sin ver a mis padres. Ellos estaban más que resignados a perderme. Tanto así que lo único que acertaron a decir cuando me subí al avión fue: “ojala regreses, te queremos”

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⏰ Última actualización: May 07, 2014 ⏰

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Su historia, su primer intento de suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora