Juliana
Mi teléfono vibró sobre la mesita de luz despertandome de mi siesta, me rasqué la cabeza y estiré el brazo para tomar mi móvil.
-"Juliana ven enseguida al bar de la calle Brown, encontramos algo muy extraño, es urgente. "Marilyn".
Me senté de golpe en la cama, mi padre me habia asignado un par de barrios para que ya fuera ocupandome del negocio familiar.
En uno de esos barrios estaba el bar de la calle Brown junto con todos los asuntos que preferimos esconder bajo la alfombra estaban a mi cargo.Me vestí rápidamente y subí a mi camioneta, me seguía en un auto Mike, mi guardaespaldas.
Conduje rápidamente por las calles preocupada por lo que fuera que me habian escrito.
Sabía que a la gente del Mouse, ese era el nombre del bar, no le gustaba mucho molestar asi que lo que sea que estaba sucediendo era grave.Crucé varios semáforos en rojo e iba a mucho mas de sesenta kilómetro por hora.
-A la mierda las leyes de tránsito- pensé.
Por fin llegué al lugar estacioné por allí cerca y caminé hasta el local.
Por fuera el Mouse daba miedo, por dentro, daba asco.Unas pocas lamparas lumínicas de color azul oscuro titilaban suavemente desde el techo proporcionando una luz claramente insuficiente que limitaba la vista de los elementos asquerosos que habian en el lugar, juraría que vi una cucaracha caminando por allí.
Esquivando algunas personas que estaban en el suelo y otros trastos, atravesé la cocina y llegué finalmente al depósito.
Allí estaban Marilyn, quien era la encargada del bar y también estaban presentes varios de sus asociaciados. Todos trajeados excepto la propia Marilyn, que llevaba un vestido verde ajustado y con un grandísimo escote que dejaba a vista grandes porciones de su piel oscura.
-¿Que es tan urgente Marilyn?- pregunté de golpe.
-Tu padre al menos hubiera saludado, cielo- me reprochó haciendo una de esas muecas soberbias que tanto me molestaban- Pero bueno es evidente que no eres tu padre- dijo buscando en su bolso un cigarrillo.
-Encontramos algo muy extraño por aquí esta semana- hizo una pausa para darle una calada al cigarrillo- pensamos que era algo aislado, una excepción, pero me temo que no es así.
-Mire esto señora- Felipe, uno de los hombres en la habitación me extendió una ampolla inyectable de color violeta.
-¿Que es esto?- pregunté.
-Voy a mostrarle- me respondió la mujer luego de soltar el humo que había inhalado- Traigan a la rata les ordenó a sus guardaespaldas, quienes de inmediato salieron del recinto y regresaron trayendo una jaula donde habian varias ratas de laboratorio.
Marilyn escogió una, le inyectó todo el líquido de una ampolla y dejó al animal en el suelo.
-Observen- dijo y tiró la colilla del cigarro al suelo y la pisó con la punta de su zapato.
Todos vimos en silencio como el animal corría y saltaba con aún mas energía de la que se esperaría de un roedor tal, luego de un par de minutos se paró en dos patas y comenzó a chillar de un modo indescriptible por hasta cinco minutos, y después, súbitamente cayó al suelo inerte.
-Increíble-murmuré atónita.
-No tenemos idea de que es esto ó de donde viene señora- dijo uno de los presentes cuyo nombre desconocía- sólo sabemos que desde hace un par de semanas nuestras ventas de éxtasis y crack han disminuido considerablemente, no hemos querido probar sus efectos con una persona ni nada.
Examiné el frasco que tenía entre mis dedos,parecía una pósima de esas películas para niños, pero hubo un detalle particular que me llamó muchísimo la atención, tenía una cobra negra impresa.
-Bien yo me encargaré de investigar esto- Aseguré mostrando la ampolla- Ustedes encarguense de advertirles a sus clientes y si descubren algo llámenme.
Dicho esto guardé el inyectable en mi campera y salí del lugar.
Iba llegando al lugar donde tenía estacionada la camioneta y vi alguien encapuchado escribiendo con aerosol rojo en el parabrisas de mi vehículo.
Eso me hizo enojar muchísimo, sentí mi sangre arder, Mike corrió y atrapó al "Artista" sin siquiera preguntarme.
Sonreí, no había nadie mas eficiente que Mike, claro que era bien recompensado por éso.
El hombre había escrito en mi camioneta "Prostituta Maroni".
Mike tenía al hombre ya esposado y lo había obligado a ponerse de rodillas, saqué una pistola que tenía en el abrigo y le saqué el seguro.
Me puse en cuclillas frente al hombre y apoyé la punta de la pistola en su sien.-Oh tenemos todo un rebelde aquí-dije burlona al ver el sudor perlar la frente del chico- Justo necesitaba una rata para un experimento, gracias por ofrecerte como voluntario.
-Mike llevalo al auto- le ordené a mi guardaespaldas y asegurando el arma nuevamente- vamos a mi "Casa de Campo"
-Como usted diga- dijo y llevó al prisionero a empujones al auto.
Respiré profundo y me mordí el labio con fastidio al ver la pintura sobre mi parabrisas, no era la primera vez así que tenía cosas para limpiar en la camioneta.
Terminé de sacar los últimos restos de pintura y Mike ya se habian ido a la cabaña que teníamos en las afueras de la ciudad.
Me subí al vehículo y conduje tranquilamente hasta llegar a la casita blanca que parecía abandonada.Adentro estaba el sujeto amarrado a una silla y Mike haciendo un poco de orden.
-Dime tu nombre- le ordené al prisionero mientras buscaba entre los cajones una jeringa, al ver que no respondía me giré para verlo a los ojos- ¿Y bien?
Él resopló y luego de unos segundos de duda simplemente dijo:
-Alexander.
-Bien, Alexander- dije volviendo a mi búsqueda y recalcando su nombre- Lamento tener que hacer esto, pero apareciste en un mal momento, chico.
En el fondo del último cajón de la estantería encontré una pequeña jeringa descartable. Le quité la envoltura mientras miraba fijamente a Alexander. No aparentaba mas de quince años pero me desafiaba constantemente con la mirada. Llené el tubo con el líquido púrpura y me arrodillé al lado del infeliz.
-¿Alguna vez te has drogado?- le pregunté.
-Si, varias veces-respondió con firmeza pero no parecía orgulloso de su respuesta.
Finalmente le inyecté todo el líquido y me quedé esperando los resultados.
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Maroni
ActionNomacorc es una ciudad extraña, es la cuna de una interminable guerra entre dos poderosas familias. Pero los problemas crecen cuando los herederos de estas familias se conocen y deben terminar con una droga que amenaza con sacar a las demas sustanci...