• "Deseo con todas las fuerzas de mi corazón volver a encontrarte".
• Basada en "Yo Antes de Ti"
• Dedicada a la persona más hermosa del mundo: Mi abuelo.
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Caminó despacio siguiendo al resto de personas, estaba cansada y deseaba con urgencia tomar un baño para echarse a dormir, todo el viaje no había sido suficiente para ella. Alanis no había sido sociable como lo era siempre, esta vez se mantuvo callada todo el vuelo.
Caminó deseando ya estar en casa cuando lo vio, corrió hasta ella con una sonrisa empalagosa y le besó los labios tan efusivamente que la muchacha tuvo que golpearle el pecho para que se separara.
¡Dulzura!-le dijo sonriendo.
Este la abrazó fuerte y cogió su maleta con una mano para llevarla así hacia el coche que estaba en el estacionamiento del aeropuerto.
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¿Por qué volviste antes? ¿Tanto me extrañaste?-preguntó Sehun mientras sonreía.
Alanis sonrió de lado pero no fue una sonrisita sincera, estaba nerviosa y tensa. Ya casi veía venir el camino a casa, Sehun seguramente cocinaría algo para ambos y la consentiría con golosinas, la idea no era mala pero en ese momento solo quería tirarse boca abajo a la cama para dormir.
¿Por qué volviste tan pronto?-Sehun habló mientras abría la cajuela para guardar su maleta.
El curso terminó antes y no había llevado mucho dinero –se excusó de la manera más tonta posible.
Podrías haber usado la tarjeta de ahorros –Sehun la miró mientras alzaba una ceja- sé que ese dinero es para comprar el departamento pero era tu primera vez en el extranjero, cariño.
Lo sé –Alanis lo miró- solo quería volver, no me acostumbré al cambio de horario.
Sehun sonrió de lado al mismo tiempo que cerraba la cajuela, caminó hacia donde estaba Alanis para besarle los labios y luego caminó junto con ella hasta la puerta para abrírsela.
Alanis no dijo nada y subió cuando este le estiró la mano para que entrara, se abrochó el cinturón para luego cerrar los ojos. No fue cansancio, no fue aburrimiento, simplemente estaba tratando de olvidar el rostro del muchacho que había conocido en la ciudad del pecado.
¿Alanis?-oyó la voz de su novio y giró hacia él.
Dime –contestó.
¿Está todo bien?-le preguntó abrochándose el cinturón.
