Con la edad ya de 13 años, Goten seguía teniendo esa inocencia característica de él, su cabello seguí igual al de su padre, pero su voz se hizo un poco más gruesa que la de antes.
Sus manos sostenían el control remoto de la televisión y su mirada se encontraba posada en ese gran televisor delante de él.
-Mi madre dijo que me buscas, ¿necesitas algo? -la voz de Trunks se escuchó a sus espaldas. Mordió su labio inferior nervioso, y se levantó de ese gran sofá dándose la vuelta lentamente para mirar a Trunks a los ojos.
Desde la fiesta de su cumpleaños de 10 años, nada fue igual... se separaron más de lo normal.
-N-no... sólo...-guardó silencio unos cuantos segundos- mi madre hará una cena hoy en la noche... espero que puedas asistir...-extendió ante él una pequeña invitación y bajó la mirada, no soportaba la mirada del peli lila... era demasiado penetrante.
-...-tomó la invitación mirándola detenidamente- Está bien. -Goten subió la mirada volviendo a mirar sus ojos azules- Gracias. -y sin decir nada más volvió a subir las escaleras hasta llegar a su habitación, el pelinegro tragó saliva nervioso y salió de ahí sintiendo sus manos temblar.
Estaba a punto de llorar y mostrarse completamente débil ante Trunks, no quería volver a mostrarse así frente a Trunks... no más.
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El día pasó rápido, Milk preparaba todo el delicioso banquete con ayuda de Bulma la cual había llegado temprano junto con Vegeta y Trunks para "ayudar" un poco.
Todo estaba perfectamente acomodado y ordenado, parecía una ocasión especial. Los invitados fueron llegando hasta que Goten se encerró en su cuarto al ver como Trunks se le quedaba mirando con sus penetrantes ojos, lo ponía realmente nervioso.
Al llegar a su habitación abrió la puerta de ésta y la cerró al momento de entrar, pero algo la detuvo.
- ¿Por qué te vas? -Trunks se encontraba delante de él, se podía ver como sus fracciones ya no eran las de un niño de 8 u 11 años.
-... no hay nada que hacer -dejó que el contrario entrara y se sentó en su cama mirando las acciones de Trunks.- ¿ahora qué necesitas tú? -preguntó Goten, se sentía incomodo con su presencia ahí.
-Lamento haber hecho eso aquel día. -lo dijo sin más, desviando su mirada y viendo hacía una pared de aquella habitación.
-Oh... eso. -se levantó de su cama y suspiró- No importa, sólo eramos unos niños -mostró unas de sus tiernas sonrisas haciendo que la mirada de Trunks volviera hacia él.
-... claro.-
Apretó sus puños al ver la tierna sonrisa de Goten, no soportaba aquella sonrisa.
