Capítulo 6 - Adrenalina.

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- Por fin llegamos.-digo bajándome de la moto- Esto, esto es, Nathan no tengo palabras para describir esto, es algo bellísimo.

Nathan me había traído hacia un bosque, pero estoy segura de que de todo San Diego este no lo conocía, tiene una hermosa vista..es algo indescriptible. Todos los arboles mas altos, de casi todos los que conozco gracias a mi "Padre". Una fogata encendida, pero eléctrica, para así no producir una masacre, que se ubicaba mas a cielo abierto, estoy segura de que aquí se ve todas constelaciones, de hecho en este momento estoy contemplando la grande luna llena con sus estrellas alrededor iluminandonos de la hermosa manera que lo hacen todas las noches, él cielo ya parcialmente oscuro, pero aun con unos muy pequeños rayos del sol, simplemente bellísimo.

- Sabia que te gustaría Holy.- dice nervioso, ya que se esta rascando la cabeza en forma tímido.

- No me gusta- me mira fijo, tenso- Me encanta- sonrie aliviado.

- Ven,- me hace una mueca para que me siente a su lado- sentemonos.

- Si.- y me siento a su lado.

Podría jurar que me hacia sentir bien mirar la luna a la oscuridad del bosque, él silencio del mismo, los grillos cantando, las luciérnagas brillando a nuestro alrededor, las estrellas iluminandonos. Puedo jurar que esto de estar aquí en él bosque mi hizo olvidar lo que vivi en él parque de diversiones.

- Gracias Parks.- le agradezco.

- No tienes porque agradecer Hoffman.

- De acuerdo, por cierto, te puedo preguntar algo?.- indago

- Dime, soy todo oidos.

- ¿ A donde ibas que pasaste frente al parque de diversiones?.

- Que entrometida Hoffman.

- Lo siento.. Yo no que...- me lamento pero soy interrumpida.

- Es una broma Hoffman, no pasa nada.

Lo golpeo por estúpido.

- Auch, dolió.- se queja

- Llorón.- me rio

- Hoy venia para aquí, pero te vi y no justamente bien y decidí preguntarte si querías venir, y por eso sabría que te gustaria.- finaliza

- Y como sabrías que me gustaría?

- Porque se todo Holy.

- Me imagine.- ruedo los ojos

Nos encontrábamos recostados en él césped mirando él bello cielo azul, me recuesto y acurruco sobre él, solo unos segundos y me deje caer sobre los brazos de morfeo.

***

- Holy, ya despierta, se va a hacer tarde.- dice una voz dulce cerca de mi oído que me trasmite tranquilidad.

- Solo un segundo mas.- bufo.

- Despierta bella durmiente.- y me da un beso en la mejilla

Abro los ojos perezosamente y me encuentro a un gigante Nathan Parks en un bosque y amaneciendo. Espera ¿Qué? Ya es de día? Y estoy con Nathan Parks? Que paso aquí? Ahhh ya recuerdo.

- Que hora es?.- pregunto adormilada y desperezandome.

- Son las 5:30 am. Hay que ir a la prepa.- aclara

- Bien, de acuerdo pero primero necesito ir a mi casa. Tengo que cambiarme y agarrar algunas cosas que necesito para hoy, porque mi mochila la tiene Dann- digo

- Bien, vamos.

Nos subimos a la moto, pero antes de arrancar miro mi móvil y tenia 10 llamadas perdidas de Dann, 5 de Kat y 7 de Chloe y un único mensaje de ella diciendo:

Chloe: Le dije a tu madre que te has quedado a dormir aquí. Espero que estés bien. Nos vemos en la prepa.

Te ama, Chloe. ;*

Eso me reconforta, saber qque ahora cuando llegue mi madre no me hará tantas preguntas sobre donde es tuve y eso, me tranquiliza.

Ya arranco la moto y ahora puedo sentir él viento rozando cada parte de mi cuerpo, como se desliza sobre mis muslos y llega a mi cabello, ahora me siento libre.
me acurruco en su espalda y pierdo la noción del tiempo, me duermo.

- Holy, despierta, te has dormido otra vez.- recalca Nathan.

- Lo siento.- me desperezo y bajo de la moto, pero me tropiezo y de no ser por Parks me hubiese roto la nariz o peor, mi cara.
Me agarra firme con sus brazos, de una manera inexplicable, de una manera de protección, tan así que podría morir justo aquí, VUELVE A LA REALIDAD HOLY, grita mi mente, y entonces me separo de esos hermosos ojos color miel, con una mezcla interesante de color café, verde y azul marino, en él cual me podría quedar horas mirando esos intensos ojos, que seguro detrás de ellos se ocultan una mágicos misterios que me daría gusto descubrir.
Mi lado romantico gana, mientras que mi lado racional cae en desorientado en él ring.

- Gra-gracias Nathan.- tartamudeo, mierda, ojala no se haya dado cuenta de mi nerviosismo.

- De nada Hoffman.- Aclara mientras se acerca a darme un beso en la mejilla.

Oh dios mio! Me estoy empezando a sonrojar, no por favor ahora no!.

Nathan se acerca aun mas a mi y me susurra.

- Me gusta tu sonrojo.- dice divertido

- Malditas seas!.- lo empujo, corriéndolo de la posición en que estaba y me encaminó hacia la gran puerta que tengo enfrente, la puerta de mi casa.

La abro muy silenciosa y sigilosamente, aunque sigo escuchando que Nathan dice algo pero prefiero no darle importancia, subo las escalera, todavía es temprano, él reloj marca las seis de la mañana en punto, mi madre se despierta a las seis y media así que tengo tiempo para agarrar mi cargador portátil, ya que mi mochila la tenia Dann, lo único que tenia que hacer ahora es cambiar mi ropa y bañarme, así que me encamino para allí.

Luego de entrar al baño me despojo de mi ropa con tierra por él tiempo que he dormido en él bosque y entró a la bañera.
Siento él tacto del agua con mi piel, que bello se siente, me relajo.
Me pongo a pensar en todo lo vivido el día anterior, detengo él chorro de agua para que no se inunde, lo primero que viene a mi cabeza es verlo a él, a Nathan acostado en él suelo fértil del bosque admirando aquellas estrellas con mucha fascinación, si él solo supiera que nosotros también somos estrellas que venimos aquí a vivir, disfrutar, dejar huellas y morir, para luego subir al cielo y iluminar a las vidas que nacen y a las demas personas que aquí habitan, regalándole nuestra luz para que en ella puedan sentirse aliviados de todos aquellos problemas que los atormentan, y ellos, las estrellas, reciben a cambio una sonrisa, un gesto de alivio, un gesto de admiración de aquellos los miran, un gesto de una persona hacia esa estrella que la merece, porque esas personas dieron todo en la vida en la cual antes de convertirse en estrellas, vivian. Y ahora nos iluminan.

Alabama© | Atrévete!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora