6° Capítulo Especial, parte 3

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Un segundo mensaje me llegó "Amor, salúdame a mis suegros... y a mis tíos y... a mi cuñada. Te amo." Sonreí al leer el pequeño texto.

"Te extraño". Los mensajes de Hope parecían ser eternos. "Mi amor, muero de ganas de verte. Te extraño. Extraño tus abrazos, tu hermosa voz, te extraño, quiero oír tu voz. En serio quiero oír tu voz".

"Hasta que me llames, te seguiré llenando de mensajes."

Oh, oh.

"Mi amor extraño el sabor de tus besos, la sensación de tus labios moviéndose sobre los míos, el olor de tu cuerpo. Pasaremos el Año Nuevo juntos, ¿cierto?"

Hope... 

- Perdón – dije, ya que me había quedado hipnotizada con los textos de Ho Seok.

- Descuida, hija – me respondió la mamá de Jungkook. Sonreí.

- Hay algo que quiero contarles... - suspiré.

- Pequeña, mírame – ella cogió mi rostro y acarició mi mejilla. – Lo sé. – mis ojos se encontraron con los de ella, estaba desconcertada. – Lo veo en tus ojos. El brillo que obtuvieron mientras mirabas tu celular, la forma en la que apareció esa bella sonrisa en tu rostro. Ya lo he visto antes. Es el mismo brillo que tenías cuando estabas con mi hijo. Te has enamorado y lo entiendo. – cogió la mano de su esposo. – Lo entendemos, ¿no es así, cariño?

- Claro que sí. – su papá me miraba sonriente.

- Además, tu mamá ya nos había anticipado sobre esto – miré a mi madre y ella me sonrió. – No te voy a mentir. Al principio, fue difícil. Me sentía un poco apenada, era la nostalgia y la melancolía de recordar cuando tú estabas con mi hijo, cuando él seguía con... vida... - soltó unas cuántas lágrimas.

- Reina – la acarició mi tío. Ella secó sus lágrimas.

- Pero... - continuó – Es cierto. Entendemos que la vida sigue y tú debes ser feliz. Eso es lo que nuestro hijo siempre quiso para ti, que seas feliz. Él te amo y gracias a ti por corresponderle y entregarle los mejores días de su vida. Gracias por haberlo hecho feliz, gracias por apoyarlo en los momentos más difíciles, gracias por estar ahí, gracias por haberlo amado.

- Hija, ha pasado mucho tiempo. Eres joven, tienes que enamorarte, casarte y darnos varios nietos. – siguió mi tío.

- Eso sí, al menos yo quiero mínimo dos nietos – bromeó mi tía. – Pequeña – cogió mi mano – aunque no tengas nuestra sangre o no hayas nacido de mi vientre, nosotros te queremos como una hija, ustedes... ustedes son nuestra familia.

- Gracias – los abracé. – Gracias – sollocé en el hombro de mi segunda madre. Ella colocó un beso en mi cabeza y me siguió abrazando. - Lo quiero conocer – dijo limpiándose las lágrimas. – Quiero conocer al chico. Me han contado que es impresionante.

Dirigimos nuestras miradas hacia mi mamá, quien aún seguía en llantos. Lo llorona lo saqué de ella.

- Me han hecho llorar – decía ella. – ya no me vean. Iré a la cocina – sollozó. – Serviré la cena. Pero primero hay que abrir los regalos, no importa que todos sean para Jeon Suk. El pequeño estará feliz. Ya no quiero hablar. – lloriqueó.

Sin embargo, seguía hablando.

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Regresamos a la sala y el pequeño Jeon empezó a abrir sus regalos, se le veía muy contento. Me alegra que lo hayan adoptado. El pequeño tuvo un pasado muy complicado, como la mayoría de los niños de los orfanatos; su mamá lo abandonó cuando era un recién nacido, tenía menos de un mes de vida. No obstante, no puedo juzgar a sus padres, ellos habrán tenido sus razones; pero me alegra que el pequeño Jeon sea parte de nuestra familia. De nosotros, recibirá todo el amor que le pueden entregar unos padres, tíos, hermanos, recibirá el amor de su nueva familia.

Mi móvil volvió a vibrar.

Hope

Fui a otro lado y contesté

- ¡AMOR!

- ____

- Ho Seok – me quejé. – Perdón - pronuncié.

Había dicho esa palabra muchas veces en todo el día.

- No contestaste mi llamada y ni siquiera sé si saludaste a mis suegros de mi parte. Voy a necesitar más que un perdón para olvidarme de todo ello.

- Hope... amor – intenté sonar tierna - ¿me perdonas?

- Mmm, mmm.

- ¡Hope!

- Solo si mañana vienes a mi casa. ¿Paso a recogerte?

- Perfecto.

- Listo. – hubo una pausa – Amor...

- ¿sí? - articulé.

- Feliz Navidad

- Feliz Navidad - le dije también.

- Te amo.

Era increíble la emoción que sentía al escuchar esas palabras.

- Te amo - aseveré.

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