Capitulo 3.C

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Te sientas a un lado de la chica de cabello morado y sonríes al sentarte a su dirección, ella te devuelve el gesto pero se ve claramente sorprendida por tu reacción.

Comienza la clase, estas aburrida, piensas que es momento para sacar conversación.

–Hola, me llamo Layia, ¿tú?

–Mm... Dashia

–Me gusta tu cabello, por cierto, ¿tienes mucho tiempo aquí?

–¿Por que me estas hablando?

–Porque soy nueva, solo quería conocer gente nueva.

Asiente, pero no responde a tu pregunta, sin embargo te sonríe, sientes que en parte entraste al juego.

La clase trascurre sin tanta complicación, un par de bromas por los chicos que se encuentran en medio del salón hacia el profesor, pero nada tan serio como para que él decida sacarlos.

Cuando estabas por levantarte la voz de Dashia te detiene.

–¿Quieres venir a almorzar conmigo?

Este era el momento, tendrías la oportunidad de hablar con ella, ya que tanto ella como su grupo, llamó tu atención.

–claro que si.

Caminan hacia la entrada cuando se encuentran con dos de los chicos que antes interrumpían la clase con bromas. Matt y Jack, recordaste.

–¿Buscas a tu novia? Esta atrás cortándose las venas.

–Callate Matt, no digas esas cosas no vez que te pueden vender al diablo.

Te enojaste por la forma como se espresaban de Dashia, y notaste que a tu lado ella se cohibía, era tímida, estaba incomoda, la tomaste de la mano para darle fuerzas y al llegar a la puerta apartaste a los dos idiotas con un empujón de tu camino.

Te encontraste de frente con el chico de tu foto, este no parecía expresar nada, solo tomó del brazo a Dashia y tu aprovechaste para darte la vuelta y enfrentar a los dos chicos.

–No deberían reírse tanto, no se vayan a ahogar con su saliva.

Uno de ellos se atragantó y comenzó a toser, el otro le dio palmadas en la espalda y ambos te miraron con cierto temor, se había ido de su rostro la diversión.

–Ven, hay que tener mas cuidado ahora por donde pisan, ¡BU!

Se exaltaron y el chico de la foto junto a Dashia se rieron si poder evitarlo disfrutando de la situación.

Sin necesidad de decir nada mas, o hacer nada, se dieron la vuelta y emprendieron su camino hacia el comedor, donde les esperaba un gran platillo.

Avanza al capitulo 5.A.

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