2. Abandonado bajo tierra. (Parte uno)

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Titán
 


 

El cristal viejo crujía bajo sus pesados pies y el fuerte viento silbaba a sus costados, creando una atmósfera sombría y desolada. Un necesario silencio se había apoderado de todos ellos, envolviéndolos en una tensa anticipación que impedía cualquier comentario o intento de resolver las dudas que acechaban en sus mentes.

A medida que avanzaban, se encontraron con el último de los Caminantes, atrincherado en una larga pasarela que descendía hacia un lugar que emanaba una inexplicable sensación de importancia. Sin perder tiempo, el pelotón se coordinó para eliminar rápidamente a la amenaza, demostrando una eficiente sincronización y letalidad.

Una vez adentrados en el complejo, el grupo se dividió en dos, explorando los confines de aquel lugar que recordaba a un trágico escenario de un pasado atroz. Las paredes y puertas mostraban las huellas desgarradoras de las quemaduras solares y de plasma, mientras los cuerpos calcinados y esqueletos yacían desparramados en cada habitación, testigos silenciosos de la masacre ocurrida en aquel lugar.

—Este lugar tiene un parecido inquietante al interior de una nave colonial —comentó el soldado que acompañaba a Titán y sus otros cuatro compañeros, mostrando una mezcla de curiosidad y asombro—. Es sorprendente que aún haya la suficiente energía que mantenga la iluminación activa después de tanto tiempo.

El sonido del cristal viejo crujió bajo sus pesados pies, mientras el viento aullaba en sus oídos, añadiendo una atmósfera inquietante al ambiente. Un necesario silencio envolvió al grupo, impidiendo cualquier comentario o intento de resolver las dudas que afloraban en sus mentes.

Crow observó detenidamente cada pequeño detalle del entorno y no pudo contener su curiosidad al preguntar:

—¿Conoces algo de esto?

Cryo se acercó a la pared más cercana, fijando su mirada con determinación como si esperara obtener respuestas directamente de ella.

—Eso pertenece a tiempos pasados. Aunque aún no estoy seguro de dónde nos encontramos exactamente.

—¿Y eso es algo bueno o malo? —inquirió Titán, esperando alguna pista.

Cryo reflexionó por un momento antes de responder:

—Supongo que es una buena señal. Nunca antes habíamos encontrado un lugar tan preservado como este. Parece que alguien ha dado constante mantenimiento para su estado actual.

Banshe, caminando junto a su líder de escuadra, intervino para enfocar la atención del grupo en la tarea principal.

—Primero lo primero, Cryo. Cuando encontremos esa señal, nos enfocaremos en explorar más a fondo este lugar.

Repentinamente, un grito desesperado y agudo resonó en el ambiente, captando la atención de Banshe, quien levantó sus astas en alerta.

—¡Espera, no te vayas! —gritó una voz masculina.

—Banshe, avisa a Sentinel —ordenó Titán, mientras se apresuraba hacia el origen del grito.

—Cryo, necesito otra de esas granadas —solicitó Titán, apuntando con firmeza su rifle binario hacia el frente.

—Aquí tienes —respondió Cryo, entregándole la granada.

Réquiem (La Guerra Milenaria #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora