Golden sick... Un chico pirómano de 17 años, encerrado en el hospital psiquiátrico de FNAFHS sick... Este está encerrado aquí por su pasado y su locura
ahora llegas tú, una chica normal de 16 años, que está estudiando para terminar la carrera de psi...
Y sin más interrupciones te dirigiste al cuarto que te asignaron...
Miraste el portapapeles que te dieron, habías escogido a un rubio de ojos grises con la enfermedad mental llamada: piromania.
Miraste y su ficha estaba prácticamente llena de datos, solo faltaban un par de cosas que debías encontrar tu misma, como por ejemplo:
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¿Datos extra? Luego en otras hojas había más preguntas... Sin rellenar las cuales supusiste que tendrías que rellenarlas por tu cuenta, te preguntaba especialmente su pasado, sus aficiones pasadas, sus gustos entre otras cosas, al final del todo estaba la foto, decidiste no mirarla, no querías hacer como en los típicos trabajos de: "escojo a este porque me gusta su cuerpo y su cara". No, no te gustaba ser así.
Suspiraste nerviosa, jamás en tus dieciséis años habías hecho algo así, era nuevo para ti y tenías ganas tener ese tipo de experiencias... Experiencias de curar a una persona con un problema mental.
Abriste la puerta, lo único que pudiste ver al final del cuarto oscuro fue a un chico meciendose de forma enferma, estaba tirado en el suelo abrazándose a si mismo y escuchaste que sollozaba un poco. Eso te extrañó, susurraba algo estilo: "voy a brillar", "voy a brillar" una y otra vez. Dudaste pero acabaste de entrar y cerraste la puerta detrás de ti.
No había luz, era un cuarto oscuro y frío, él estaba en una esquina y tú en frente de él, a varios metros. Esperaste a que tus ojos se acostumbrasen a la oscuridad del cuarto, fue en ese momento cuando te acercaste con cuidado a él. Alzó la mirada del suelo depositandola en ti y se encogió en la esquina suplicandote que no le hicieras daño. Que él no había dicho ni hecho nada.
- ¿hmm?- musitaste extrañada- ¿a que te refieres?- preguntaste.
Su labio inferior temblaba de miedo.
- ¿no me harás daño?- su rostro seguía mostrando una mueca de espanto. Negaste con la cabeza y eso pareció relajarle un poco. Seguía abrazándose a si mismo pero ahora se sentó y apoyó la espalda en la pared de hierro frío del cuarto.- ¿que has venido ha hacer entonces?- preguntó con una mueca curiosa, parecía un niño pequeño inocente en un cuerpo de un adolescente de diecisiete años.
- soy tu nueva enfermera- respondiste acercándote lento a él. No querías asustarlo.- He venido a hacerte unas preguntas- dijiste agachandote justo delante de él con las piernas cruzadas.- por cierto, soy ____, y tu Golden ¿me equivoco?- negó
- soy Golden Freddy Fredbear junior- corrigió dejándose de abrazar por un momento, pero se volvió a abrazar al darse cuenta- pero si, puedes llamarme solo Golden...
- parece que vienes de una familia importante, no todos los días se ven personas con un nombre compuesto de cuatro palabras- dijiste inconscientemente, pero te paraste la boca al ver su reacción asustada.