CONVERSACIONES

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Pasaron los días y nosotros seguíamos hablando teniendo conversaciones largas preguntando tantas cosas, de cosas que nos gustaba y cosas que no.

Para ser sincera me encantaba hablar con él, pero llegaba el momento en que no sabía que decir o que preguntar. Y es donde me volvía cortante, pero él seguía con la conversación.

Y eso me encanto de él, que siempre mantenía la conversación aunque no sabíamos de que hablar.

Esas conversaciones me hacían sentir bien, aunque cuando nos decíamos que habláramos más tarde. Siempre quería que ya llegara el momento para seguir hablando y saber más de él.

Al comienzo esas conversaciones eran tan cortantes, pero al pasar los días se volvían más interesantes. Porque cada mensaje suyo me hacía sentir bien, me sentía libre, sentía que solo tenía un mundo con él y que nada ni nadie nos interrumpe en nuestra propia burbuja.

En una de las conversaciones me dijo que me quería conocer más. En ese momento se me puso la piel de gallina, empecé a sentir un zoológico en el estómago. Por qué en realidad no eran mariposas yo me sentía enamorada. Algo que no había permitido desde hace años ya.

Amor como el suyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora