Llego un día en el que quedamos de acuerdo que íbamos a salir.
Estaba tan nerviosa por verlo, después de tanto que nos decíamos, estaba tan feliz de verlo a los ojos.
Llego la hora para vernos, estaba tan nerviosa, estaba yo parada al lado de la Fuente del parque nerviosa, con mi cabello suelto, mis anteojos, sin ver a los lados más que mi celular.
Y en un momento después él llegó, mi corazón latía a mil por hora, no sabía que decir o qué hacer.
Ese día era el cumpleaños de él, obviamente le compré un regalo, nunca jamás en mi vida había sido tan diferente como con él lo era, en ese momento le pedí que cerrara sus ojos y los cerró.
En ese momento vi, lo hermoso que era él, sus ojos me encantaban, sus cejas tan espesas que me gustaban y esos labios que moría por probarlos.
En ese momento le dije que abriera sus ojos y le de el pequeño presente que tenía para él.
Lo abrace y me sentí feliz y segura. No cabe duda que en ese momento solo estaba en mi mundo con él nada más y que nada ni nadie se interponía.
Después de eso, caminamos y comimos helado, nos sentamos bajo un árbol del parque, al sentirlo tan cerca de mi me siento a genial, porque al estar no solo. Su lado se escuchaban los pájaros cantar, y sentir el aire que me hacía sentir tan segura.
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Amor como el suyo
RomansEsto narra de una chica que no pensaba enamorarse, pero con el tiempo conoció a una persona que logró derretir ese corazón de hielo.