"He disfrutado caminos vacíos que nadie más lo recuperara"
Una persona tiende a tener las manos atadas hacía alguien que le permite ver el mundo diferente, si de verdad alguien piensa que no es así, es porque es esa persona, o quizá, porque niega lo innegable, lo cual no es malo, siendo sincero, me parece bastante bueno, pero incrementa una incredulidad cuando te das cuenta que lo unico que haces es moverte como un pez, ya que, tarde, te ato los pies también.
Aunque alguien me enseñara a caminar, nunca me enseñaron a montar en una bicicleta, aunque me enseñaron a escribir, nunca me dijeron como rimar un sentimiento, aunque me dijesen que mentir estaba mal, nunca fueron sinceros con la situación que pasaba, así comprendiendo que en este mundo, solo existen dos demonios, los adultos y los mentirosos, y entre ellos se apoyan indirectamente. Si, sé lo que pensareis todos, que digo adultos sin pensar que en algún momento lo sere, probablemente, aun así me es imposible no pensar en los adultos como esas personas que solo me hacían ver las cosas de una forma fantasiosa, una forma feliz, y que cuando se torcio todo, no estuvieron ahí, en cambio, estuvieron bellas mujeres, papel, bolígrafo y lágrimas, lo que según un entorno social retrograda (como en el que estamos) me hacía adulto directamente.
Esto me recuerda a una bonita historia, una en la que un chico se enamora del peligro, así haciendo que este acabe en silla de ruedas, luego coge un cuchillo para suicidarse ya que no aguanta la situación, pero una chica lo detiene, persona que más tarde se convertiría en su esposa, aunque esta luego le engañase. Al final dispara a sus hijos y esposa, acto seguido, se suicida. Triste, ¿verdad?, dije que era bonita, que casualidad, mentí.

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Memorias de un bicho.
Novela JuvenilEscribo desde el corazón los momentos más impactantes de mi vida.