¿Regresaras?

Capítulo 2

 JAMIE

Voy camino a la reunión, Amelia va conmigo, hemos dejado a Dulcie con sus abuelos en lo que volvemos por ella, no creo tardarnos mucho, menos si no va ella.

Ya en el lugar somos de los primeros en llegar junto con Rose y Zac que ya se encuentran en una mesa acomodados, nos hacen señas y vamos hasta donde ellos.

***

Una hora ha pasado y no la veo por ningún lado, hay muchísima gente, decido rendirme sin no antes dar una última mirada hacia la entrada.

-Calma amigo, ya llegara, lo presiento.—Habla Zac tomándome del hombro.

-Más le vale Zac... más le vale.

Mientras platicamos con Rose sobre la bebé y sobre el que está próximo a llegar, Zac comienza a revisar su celular leyendo la lista de invitados que confirmaron su asistencia, y lamentablemente para mí, Dakota no está, era obvio que no aparecería, aun así tenía la esperanza de que llegara.

Trato de concentrarme en la plática tan poco animada que mantienen Amelia y Rose sobre los niños y sus cambios, como si de verdad le importara, tomo mi celular en busca de alguna distracción que me saque de la aburrida platica cuando Rose voltea a la entrada abriendo los ojos como platos, automáticamente todos volteamos...y ahí está... tan hermosa, provocando esa sensación en mi piel y en mi corazón que solo ella puede hacerme sentir con solo mirarla.

Todos nos ponemos de pie a excepción de Amelia que sigue viendo a la entrada confundida y sorprendida, tal vez algo molesta.

Trae un vestido corto pegado al cuerpo, lo que me produce el querer cubrirla pero tenerla así solo para mí, dios de verdad se ve hermosa.

Todos seguimos viéndola hasta que detrás de ella aparece un tipo que la toma por la cintura...

¿Quién jodidos es?

Mis manos se convierten en puños cuando escucho a Rose gritar por encima de la música.

-¡Dakota!

DAKOTA

Camino por la entrada buscando a Rose por la sala, hay demasiada gente caminando por aquí y por allá, saludando, bebiendo, comiendo, pero no logro ver a mi Rose.

-¡DAKOTA!—¿Rose? ¿Esa es la voz de Rose?

-¿¡Rose!? ¿Dónde estas?—Grito espantando a Mark que me agarraba por la espalda.

-¡Aquí!—Veo que levanta la mano una chica un poco más llenita de lo que la recuerdo, ahora todos nos están mirando por el gritadero pero es lo que menos me importa, corro hasta ella jalando a Mark conmigo.

-¡Rose!—Llego hasta su lugar deteniendome estrepitosamente provocando que Mark choque detrás de mí. Que gorda se ha puesto... la amo, pero se ha descuidado.

-No estoy gorda si es lo que pensabas.

-Ah..., no?

-¿Te parece de gorda?—Se coloca de lado sobando su vientre hinchado.

-¡Oh dios mío ¿de verdad?! ¿Está embarazada? ¡Voy a ser tía!

La abrazo fuertemente, ella empieza a soltar lágrimas y toca mi rostro como si no lo creyera.

-Eres tu...—Habla entre sollozos y he de suponer que esta así por esa barriguita.

-Soy yo!

-No me lo creo, perdón—Seca sus lágrimas con el dorso de la mano poniendo mala cara.