Capitulo 5

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Durante los días siguientes, Cara no era ella misma. Ella siempre estuvo al borde de las lágrimas, y nunca sonrió. Su cabeza siempre estaba baja, y rara vez hablaba con nadie. Ella solo salió de la casa cuando tenía que hacerlo. Ella siempre mantuvo el agiel de Dahlia con ella, en la funda alrededor de su pierna debajo de su falda para que nadie supiera que estaba allí. Era su constante recordatorio de Dahlia, de lo que había perdido.

Una tarde, Cara estaba sentada en su habitación cuando escuchó los gritos de hombres y mujeres y los agudos gritos de las jóvenes. Fue a la ventana y apartó la cortina para poder asomarse. Vio a gente corriendo, recogiendo niños pequeños en el camino y llevándolos adentro.

Miró hacia el bosque, y vio a cuatro Mord'Sith caminando con determinación hacia su casa. Su corazón saltó cuando reconoció a Dahlia entre ellos. Dos de ellos eran ligeramente más bajos que Dahlia. Uno tenía cabello castaño claro y ojos azules, el otro cabello oscuro y ojos oscuros. La otra era de la altura de Dahlia, con cabello rubio y penetrantes ojos azules. Cara salió corriendo de su habitación y salió por la puerta de la casa, y corrió directamente hacia el abrazo de Dahlia.

-¡Cara, regresa aquí en este instante!- su padre gritó detrás de ella.

Cara lo ignoró y besó feliz a Dahlia en los labios.

-Hola Cara-, dijo Dahlia, sonriéndole.

-Te extrañé-, dijo Cara, devolviéndole la sonrisa.

-Yo también te extrañé-, respondió Dahlia.

Cuando Dahlia aflojó su agarre sobre ella, Cara notó que algunas personas del pueblo les daban miradas extrañas. Dahlia los fulminó con la mirada, y muchos de ellos se dispersaron, volviendo a sus casas. Cuando la mayoría de ellos desaparecieron, Dahlia volvió su atención a Cara.

-Cara, ¿aún quieres ser entrenada?- Dahlia preguntó vacilante.

-Sí-, respondió Cara. Ella pensó que Dahlia no parecía especialmente feliz con esto.

-¿Estás absolutamente segura?- Dahlia preguntó.

-Sí-, dijo Cara otra vez.

-Está bien-, dijo Dahlia. -Ven con nosotras.- Le tendió la mano a Cara.

Cara vaciló por un momento.

-¿Puedo despedirme primero...?- ella preguntó lentamente.

Dahlia parecía insegura. Estas circunstancias estaban lejos de ser normales, y no sabía qué debería o no debía permitir. Echó un vistazo a los otros tres Mord'Sith.

-Supongo que estaría bien-, dijo la morena.

Cara asintió agradeciendo y corrió hacia donde estaba su familia justo afuera de la casa. Cada uno de ellos tenía una expresión diferente en sus caras. Grace parecía un poco confundida, mientras que su madre parecía preocupada. Su padre parecía completamente furioso.

-¿Qué está haciendo ella aquí?- preguntó enojado. -¿Y por qué ella trajo más de ellos?-

Cara lo ignoró, en cambio se acercó a él y lo abrazó con fuerza. Luego procedió a abrazar a su madre y Grace, de la misma manera. Ella los miró tristemente y pronunció una sola palabra.

-Adiós.-

Su padre parecía, si es posible, aún más furioso.

-No vas a ir a ningún lado con ellas-. Él escupió. -Te vas a quedar aquí donde perteneces-

-No puedo-, dijo Cara simplemente.

-¿Y por qué demonios no?- su padre preguntó, poniéndose aún más furioso.

-Porque la amo-, respondió Cara.

-Puedes encontrar a alguien más-, su padre trató de razonar. -¿Qué pasa con Daniel? Parece que te quiere-.

-No estoy interesado en Daniel-, dijo Cara, molesta. -Ahora adiós-.

Dio media vuelta y caminó hacia Dahlia y las demás, sin mirar atrás a su familia. Mientras caminaba, oyó que su padre gritaba detrás de ella.

-¡Si te vas con ellos, ni siquiera pienses en volver!-.

Apenas había llegado a Dahlia y las demás cuando escuchó gritos. Miró a su alrededor y vio una horda de hombres corriendo hacia ellos. Algunos tenían armas, espadas y cuchillos y otros, simplemente tenían palos o palas.

-Cara, necesito mi agiel-, dijo con urgencia Dahlia mientras los otros tres sacaban sus armas, adoptando una postura defensiva.

Cara le lanzó a Dahlia una mirada suplicante.

-No les hagas daño-, le rogó en voz baja.

Dahlia suspiró. -Está bien-, dijo, haciendo un gesto para que los demás guardaran sus agiels. -En ese caso, tenemos que correr-, dijo.

No pasó mucho tiempo para que Cara y los demás perdieran a los aldeanos. Había pasado mucho tiempo desde que Cara había corrido hasta allí, y cuando se detuvieron, estaba agotada. Se dejó caer sobre un tronco de árbol, sosteniéndose de lado y jadeando por aire. Los Mord'Sith apenas estaban sin aliento, pero se detuvieron para dejar descansar a Cara.

-Mientras estemos detenidos, ¿te importaría presentarnos a todas, Dahlia?- la rubia preguntó.

-Por supuesto-, respondió Dahlia, sonando como si la pregunta fuera ridícula e innecesaria.

-Creo que ya has descubierto que es Cara-, dijo señalando a Cara. -Cara, este es Hally-, señaló a la rubia, -Raina-, señaló a la de pelo oscuro, "y Berdine", dijo, señalando a la Mord'Sith.

-Puedo ver por qué te gusta-, dijo Raina, escudriñando a Cara. -Ella es muy bonita-

Berdine pareció ligeramente molesta por este comentario, y Dahlia miró a Raina.

-Me gusta más de ella que su apariencia-, dijo.

-Lo sé, lo sé-, dijo Raina. -Sólo estaba bromeando.-

Cara levantó una ceja. Nunca había pensado a las Mord'Sith como el tipo de personas para bromear. Hally notó la expresión de Cara y le sonrió.

-¿Qué? ¿Crees que ser Mord'Sith es matar y torturar?- ella preguntó. -Sabemos cómo divertirnos también-

Cara sonrió levemente, comenzando a gustarle el otro Mord'Sith. Tal vez no fueron tan malos como todos creían. Cara vio como Berdine se acercaba a Dahlia y la rodeaba con su brazo, mirando a Cara con aprecio.

-Ciertamente lo hiciste bien, Dahlia-, dijo Berdine. -Ella es linda-

Dahlia se cruzó de brazos y sonrió levemente ante las burlas de Berdine. Raina puso los ojos en blanco mientras se acercaba a ellos y alejaba a Berdine de Dahlia.

-Berdine, ¿estás tratando de ponerme celosa?- preguntó, abrazándose a Berdine y besando su nariz.

-Siempre-, respondió Berdine, sonriendo y luego besando a Raina suavemente en los labios.

Hally puso los ojos en blanco hacia Raina y Berdine, luego se volvió hacia Dahlia y habló.

-Deberíamos comenzar a movernos de nuevo-. De repente se puso seria, su humor jovial de antes había desaparecido por completo. -Va a oscurecer pronto, y sería bueno tener una comida y un lugar para dormir-

Hogar(Cara and Dahlia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora