Dos Fantasmas

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Nunca me despedí, jamás te agradecí y creo que mucho menos podría decir que terminamos de la mejor manera posible. Nunca valore todo lo que tú por mi y supongo que ya ahora es tarde para hacer todo eso.

En ningún momento nos dijimos adiós adecuadamente, creo que era tanta la pena, el dolor y la molestia de ambos que olvidamos que somos seres humanos, y que dejamos de ser quiénes éramos antes de conocernos y que ahora las personas que solían estar en nuestro lugar ya habían muerto y dejado a unas nuevas intentando vivir algo que simplemente ellas comenzaron.

Me fui sin agradecer todo el tiempo que me diste, porque cada día contigo parecía un año, sentía que como persona me hacia mas fuerte a cada momento entre tu presencia, jamás pude decirte aquel 10 de octubre lo agradecido que estaba por tu compañía y tu cariño.

Pero sobretodo agradecerte por hacerme sentir querido una vez más en la vida, me hiciste sentir especial, me causaste magia al tomar mi mano por primera vez, causaste que mi cuerpo sintiera hormigueo al verte por primera vez con mi suéter, gracias por tu tiempo, tu amor y existencia.

Es incomodo verte de nuevo, no es como aquella primera vez que te vi con tu playera de Batman paseando por el campus como si fuera tu casa, tus palabras y las mías chocan e incomodan y ahora me pregunto "¿Cómo sobreviviré a esto teniéndote tan cerca y a la vez tan lejos?" cuando vivía a lado de ti, cuando podía tocar tu mejilla, sentir aquella linda sudadera blanca de Mango y escucharte cantar canciones de Alejandro Sanz, ahora es molesta e imposible.

Tú sabías que tipo de amor querías vivir y la cantidad de este que querías dar. Nunca me di cuenta de tu mirada, de tu pasión y de todo lo que tú me entregabas y por culpa mía ahora no podre disfrutar de nuevo, solo me queda aquel último momento bajo un kiosco en ese pueblo mágico que visitamos.

Solo queda desearte suerte en la vida y el amor, demasiado tarde es para mí, tal vez algún día tú y yo nos volvamos a conocer y sentir aquellos latidos de corazón que compartíamos, volver a tomar una cerveza juntos en 500 noches y enamorarnos en aquel ultimo salón del piso más alto de nuestro edificio como la primera vez. Pero por ahora ya es tarde para hacer todo lo que hoy son recuerdos.

s.

DioreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora