¡Mírame! ( Saint Seiya)

Orgulloso Corazón

Y como siempre se había dejado llevar por su egocentrismo, por ese sentimiento que le hacía creer superior a todos, el cuál creció al saberse con SU afecto.
Poco sabían, más los que no lo hacían lo sospechaban y creían que había algo tras el reciente hermetismo que el llamado más cercano a dios, había adquirido con mayor ímpetu después del anuncio que hicieran escorpio y Aries. Sí,  había sido o no la razón en su totalidad eso no era seguro, pero algo tenía que ver.

...- su cabeza ya le dolía de tanto que su mente llevaba tratando de comprender como o mejor dicho porque, tenía que darle tanta importancia al asunto que si bien fue inesperado, icluso para él, no debería tomarlo muy apecho o incluso recordarlo una y otra vez, como su mente lo hacía.
Ya había pasado el aproximado de 15 días debía dejar por la paz el tema, pero no su mente sabía que había algo más. Y eso era saber , que quien le confezara amor, hace más de un año. Ahora sostenía la mano y sonreía a otro.
Era ego herido? Orgullo herido? O era algo más?.

Rayos! - su boca a pesar de haber dejado salir esa pequeña palabra, expresó la frustración que sentía al no comprender en su totalidad lo que sentía - basta! - ordenó en voz alta como si de esa manera pudiera acallar las voces que lo atormentaban. Pues bien dicho esta "la conciencia de hombre es su peor enemigo".
E incluso para él, el nombrado hombre más sabio entre los doce caballeros dorados, era atacado de maner inmisericorde por ésta.
Y como no? Si bien Shaka sabía que nadie más que el mismo tenía la culpa de lo que ahora sentía, de ese dolor agudo que crecía por cada día que pasaba, y sabia que escorpio y Aries estaban más unidos.

...- sus ojos se abrieron al comprender que sí, el había permitido que Mu se alejara. Él no hizo nada por retenerlo. Creyendo banalmente que Mu siempre estaría allí esperándo por él. Pero que error más grande - imbécil! - y al fin después de tanto tiempo entendió que el amor era como una planta que se siembra, se debe regar y cuidar de ella para que floresca. Sí, el había matado la semilla de amor que Mu le ofreció. Él con su egoísmo y orgullo.  Creyendo que Mu lo estaría esperando por siempre. Cuán equivocado estaba. 
Pero era hombre despues de todo y tenía el valor para admitir su error y culpa, por lo que aceptaría lo que ahora el lemuriano sentía.

Por la eternidad se felíz - esos eran sus más sinceros deseos para aquél que un día amó y a quien él amaría, tal vez, por toda esa vida y más.