Escapar

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Me sorprendí muchísimo al escuchar la palabra 'habitación' seguida de un número de tres cifras. Estaba totalmente desconcertada y perdida. Por un momento llegué a pensar que me había equivocado de colegio. Debía estar en un instituto normal en el que no existieran habitaciones por ninguna misteriosa razón.

Realmente me había confundido de colegio, o estaba soñando. Pero, por qué rayos mi nombre estaba en aquella lista que leia una mujer gorda y bajita? No entendía absolutamente nada.

- Amber James, habitación número 363.- decía rapidamente.

Qué estaba pasando? Inmediatamente miré a mi alrededor algo perdida y noté a toda la gente con sus maletas y bolsos gigantes. Acababa de entender por qué esta vez me miraban extrañados.

Estaba en un maldito internado?

La mujer que leía la lista de nombres me lo confirmó.

- Alumnos muchísimas gracias por elegirnos, esperamos que pasen un excelente año y bievenidos al internado Bluminham para los nuevos ingresantes!

Quedé en shock. Lo sabía, lo presentia, pero jamas lo hubiera creido posible.

Camine rápido a preguntarle a esta anciana demente qué estaba pasando. Por qué estaba mi nombre en aquella lista.

- Disculpe...- le dije amablemente - pero creo que hay un error, o no entiendo muy bien lo que estoy haciendo aquí.

- Oh claro, usted debe ser la señorita James, no es así?

- Esa soy yo, pero estoy segura que no debería aparecer en la lista de un internado. Pretendía estar en una escuela normal, usted habló con mi madre? -le pregunté cada vez más desconcertada.

- Claro que si, de hecho ella misma te espera en la dirección para compartir contigo algunas cuestiones y presentarte al director.

Qué?! Mi madre estaba aquí? Pero qué mierda estaba sucediendo? No entendía absolutamente nada, y no me imaginaba algo muy agradable.

Me condujo amablemente hasta la oficina del director y como despedida se presentó.

- Bienvenida, soy Helen, organizadora y casi vicedirectora.

Le agradecí con una sonrisa y entre a la dirección sin golpear.

- Hola madre, me encantaría que alguien me explicara qué ra...- me detuve un momento- está pasando aquí porque la verdad es que no entiendo nada y sería muy amable que lo hicieras tú misma.- me descargué.

- Tranquilízate Amber y se más cuidadosa con tu vocabulario que estás en frente de tu director y un viejo amigo mío.- me fastidió.

Realmente lo único que faltaba. Que mi madre conozca a mi director. Nada mas desagradable. Porque estaba acostumbrada a que esté todo el maldito tiempo pendiente de mi vocabulario, eso no me parecía nada extraño.

Pero conocer a mi futuro director. Satan. Me quería ir corriendo de allí.

- Lo siento madre.- dije con una sonrisa irónica que fue muy obvia. - No volverá a pasar, pero vamos, cuéntame ya qué está pasando.

- Lo que pasa Amber...- el director pidió permiso y se retiró dejándonos a solas.- es que si te lo decía antes, no lo ibas a soportar. Lo siento mucho pero debo irme un tiempo a vivir a Essex por trabajo, mi jefe me trasladó pero vendré a visitarte cuando pueda y aquí estarás muy bien. Te lo prometo, todo estará bien.

Quedé atónita. Las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos. No podía controlarlo.

- Me mentiste todo este tiempo? Pensaste que esa era la solución? Podiamos haberlo hablado! No puedo creer que a último momento me dejes sola en esta cárcel! Como pudiste hacerme eso?! - corrí hasta la puerta y al salir la azoté con fuerza.

Corrí hacia ningún lado esquivando al director que intentaba pararme. Buscaba la salida pero aquel lugar era tan enorme que terminé totalmente perdida y agotada de tanto correr.

Paré de correr agitada y me topé con un grupo de chicos sentados en la escalera. Apoyé las manos en mis rodillas y tomé aire. Los chicos quedaron callados mirándome muy serios, y uno preguntó si estaba bien. Los ignore y esquivándolos subí rápido las escaleras.

Senti que alguien me seguía.

- Hey tú espera!!

Era el chico lindo al que le había gustado mi chaqueta de cuero. Me alcanzó y me tomó del brazo. Estaba tan cansada que casi no podía respirar.

Me tomó de los hombros y me preguntaba desesperado qué me estaba pasando. Tan mal me veía?

- Que pasó? Cómo te llamas? Tranquila deja de correr y ven conmigo. Te llevaré a un lugar mas tranquilo asi estás mejor.- dijo consolándome con su mano en mi espalda.

No podía responder nada. Estaba a punto de llorar. No podía creerlo y es que cómo iba a poder hacerlo si todavía ni siquiera lo entendía. La situación me sobrepasaba, ahora si que estaba perdida, no sabía qué iba a hacer porque realmente no queria pasar todo un año en ese lugar. Tenía que haber otra maldita solución. No podía quedarse todo así, como lo había decidido mi madre.

Lo único que podía hacer en ese momento, para no toparme con mi madre u otra persona que me haga mal, era seguir a este chico que parecía muy amable. La verdad es que jamás confio en las personas así de fácil, pero el parecía diferente, me agradaba muchísimo y por alguna extraña razón me inspiraba y transmitía algo de seguridad.

Llegamos a una especie de terraza que estaba completamente vacía. Solo nosotros. Ni siquiera sabía su nombre.

Pude volver a respirar y me senté en una silla que estaba allí. El se sentó a mi lado y me preguntó si estaba mejor. Asentí con una sonrisa.

- Me llamo Mike Holland, estoy en cuarto.- se presentó amablemente con una encantadora sonrisa.

- Yo soy Amber James. Muchísimas gracias Mike, fuiste de mucha ayuda en este difícil momento.- le confesé.- Enserio muchísimas gracias por ayudarme a escapar, realmente lo necesitaba.

N/A: Gracias a todos los que están leyendo mi shoot! Quería avisarles que voy a estar subiendo capítulos cada una semana aproximadamente, y van a ser muy variados: algunos muy largos y otros quizá bastante cortos. Besos y gracias denuevo!!

Empezar de ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora