Capítulo 1

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Paranoia.

Tomé mis llaves de encima de la mesa para dirigirme a mi auto. Iría al trabajo de Joel como sorpresa para llevarle su almuerzo. Cerré el portón que daba con la calle antes de salir del departamento y abrí la puerta de mi auto. Vi una camioneta muy extraño a unos cinco metros de distancia. No sé porqué pero me parecía haber visto esa camioneta antes.

Decidí ignorar mis pensamientos y subirme al auto. Conduje hasta la compañía donde mi querido esposo trabajaba. Habían pasado ya dos años desde que nos casamos y aún no me acostumbraba a llamarlo así.

Me aparqué frente al enorme edificio y caminé hasta el elevador, - Hola, Renato.

Renato había sido muy unido a Joel desde que entró a la empresa, era algo que agradecía en parte. Renato me sonrió en forma de saludo antes de marcar el piso al que subiría. Nos detuvimos en el piso en el que bajaría, me despedí de Renato y caminé a la oficina de Joel. Vi como desde la distancia su querida secretaría había entrado a su oficina; Kiara. No la soportaba. Se creía tanto porque su padre era el dueño de la compañía pero era tan poco porque la tenían trabajando como secretaria en vez de tener algún puesto importante.

Sonreí antes de abrir la puerta, solo por el simple hecho de que a ella le fastidiaba verme así, - Buenas Tardes, amor.

Pasé completamente de largo a la secretaria y besé a mi esposo, - Se supone que toqué la puerta antes de entrar.

Miré a la estúpida mula en tacones que tenía frente a mi con seriedad, - Esta es la oficina de mi esposo, secretaria. Si tienes alguna queja ve a hablar con tu padre, haber si con este estúpido afán de tocar puertas te hace caso. Ahora, si no tienes nada bueno que hacer ahí parada puedes marcharte.

Abrió la boca para protestar pero rápidamente la cerró, - ¿Defendiendo lo tuyo?

-Adivina quien es una buena esposa y te trajo tu almuerzo.

Él me miró antes de sonreír y besar mis labios, - Eres la mejor.

-Lo sé, - sonreí antes de darme la vuelta y caminar hacia la puerta, - tengo que irme, me necesitan en el trabajo.

Me marché no sin antes lanzarle un beso. Tomé la pequeña caja que tenía grabado en una pequeña esquina "quejas o sugerencias" y la dejé encima del escritorio de Kiara.

Ella miró extrañada la caja, - Tal vez así te hagan caso, niña mimada.

Sonreí antes de emprender camino al elevador, escuchando un "zorra" salir de su boca. Toqué el botón para descender en el elevador antes de voltearme y encararla, -Zorra tu madre.

Las puertas del elevador se abrieron y entré en este. Antes de que las puertas se cerraran ella se levantó molesta y caminaba hacia mi. Las puertas se cerraron dejándole como última vista mi hermoso dedo corazón.

Había escuchado que su madre había engañado a su padre y que este le había pedido el divorcio y la custodia completa de Kiara. Ay madre era quien acostumbraba a darle todo pero el cuento de princesa se le acabó cuando se vio obligada a trabajar para comprar sus cosas ya que su padre no le facilitaba las cosas.

Ella había conocido a Joel desde que él empezó a trabajar en la oficina. En parte estaba orgullosa de Joel ya que él se ha ganado ese puesto con mucho esfuerzo, lo único que no me gustaba de su puesto era a la estúpida perra que tenía como secretaria. No había parado de coquetearle a Joel desde que entró a esa oficina y era lo que me enfurecía.

Bad Girl - Segunda Temporada {Joel Pimentel}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora