Capítulo 4

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Respiré hondo antes de tocar la puerta, - Adelante.

-Buenos días. - cerré la puerta detrás de mi.

Honestamente nunca había visto a este señor. Le pondría unos sesenta años, tenía canas pero no le impedía que tuviera una postura fuerte e imponente a primera vista. Usaba traje y corbata y su ceño se mantenía fruncido mientras me miraba.

Con paso firme caminé hacia su dirección manteniendo mi postura, - Mi nombre es Patricia Hudgens, esposa de Joel Pimentel...

-Oh, Pimentel. Es muy buen empleado.

-Ese tema vengo a tratar. Justo ayer se filtraron unas fotos de su hija...

-Usted fue quien las filtró todas esas fotos. - adivinó.

-Si, - respondí con honestidad - siento mucho lo qué pasó. Sé qué tal vez no quiera escucharme por lo sucedido pero le pido que me de una oportunidad para justificar lo hecho. Ayer venía a traerle el almuerzo a mi esposo y justo cuando iba a entrar a su oficina su hija había puesto pestillo a la puerta.

-¿y como sabe que fue mi hija y no su esposo?

-Señor, perdone que lo contradiga pero sé que conoce lo suficiente a su hija como para saber que no es ninguna santa, mucho más sabiendo que expuso fotos inapropiadas en una computadora de trabajo. Joel lleva sirviéndole dos años a esta compañía, dígame usted por qué se arriesgaría a perder su empleo.

El señor Santiago, según decía su identificación que colgaba de un bolsillo de su chaqueta, suspiró para luego levantarse y mirarme fijamente mientras arreglaba su chaqueta, - Subiré a su esposo de puesto, como estaba pospuesto solo porque usted ha sido muy responsable y ha venido a dar la cara por su esposo. Espero que no se vuelva a repetir lo sucedido, esta vez he sido bastante paciente al no haber llamado la policía. Ha sido un placer haberla conocido pero en media hora tengo una reunión y tengo que prepararme.

Estrechamos manos antes de dirigirnos a la salida. Sentía un gran alivio al haber arreglado las cosas. Solo espero que Joel no se moleste aunque lo creo casi imposible.

Llamé a Elowen para avisarle que hoy no llegaría. Estaba muy cansada, no había dormido nada desde ayer y no me creía capaz de resistir todo el día. Llegando a casa, el lugar donde Joel suele estacionarse se encontraba vacío. Mi corazón latía fuerte en mi pecho, ayer me había sentido tan mierda y hoy sabía que sería un buen día para nosotros.

Entré al apartamento y dejé las llaves encima de la mesa. Entré al baño para tomar una relajante ducha caliente y luego me acosté. Tan pronto mi cabezo toco la almohada me relajé completamente antes de quedar dormida.

Pov Joel.

Vi como Kiara caminaba rápidamente hacia mí, llamándome por mi nombre. Solo me quedaba ignorarla luego de lo qué pasó ayer. Esa chica comenzaba a sacarme de mis casillas. Primero trata de seducirme y segundo me ocasiona problemas con Patricia.

Sentí como una mano se posicionaba en mi hombro, haciendo un poco de presión en esta. Rodee los ojos sabiendo que Kiara no se rendiría fue entonces cuando me detuve y la encaré, - ¿Que quieres?

Lucía nerviosa bajo esa sonrisa falsa que mostraba, - Yo solo quería saber si esta tarde querías ir a comer.

Lo miré incrédulo; ¿En serio pensaba que después de todo iría con ella? Sin temor alguno reí antes su estúpida petición como respuesta, negándome a salir con esa persona que lo único que había echo era crear problemas en mi matrimonio y vida.

-Joel, el Señor Santiago quiere hablar contigo.

En ese momento mi cuerpo se tensó completamente y por un momento mi mente viajó. El jefe quería hablar conmigo. Él estuvo a punto de despedirme ayer. Ayer estaba más que enojado. Definitivamente hoy no pasaría el día; me despedirían.

Me llené de valor antes de entrar a la oficina de Santiago. Traté de relajar mis músculos y no hacer notar los evidentes nervios que corrían por mi piel, - Me dijeron que quería verme.

Cerró su computadora antes de darme permiso para entrar a su oficina, - Siéntese. - me encaminé a uno de los dos sillones individuales que yacían frente a su escritorio, - He observado el empeño que le haz puesto a esta empresa durante dos años y como haz subido de puesto con tu propio esfuerzo. Debido a lo sucedido ayer se te dijo que esperarías hasta el próximo año solo para asegurarnos de que en realidad eres el indicado para tomar un puesto tan importante como este pero me he dado cuenta que un hombre tan entregado como tú no puede esperar así que para mi es un placer nombrarte vicepresidente de la empresa.

Me quedé inmóvil ante aquel anuncio; ¿esto enserio está pasando? Después de hablar de algunos asuntos que tomaría ser vicepresidente de la empresa, me levanté para mudarme a mi nueva oficina, - Agradécele a tu esposa, ella fue la que me recordó que tan buen trabajador eres.

¿Patricia tuvo que ver en esto?

Oh Dios, ahora me siento tan mal por cómo la traté ayer, no debí. Ahora cuando llegue tendría que tener unas buenas disculpas si no quiero dormir en el sillón.

{...}

Pov Patricia.

Estaba tan cansada pero tenía que levantarme, he dormido todo el día. Caminé hasta el baño y me senté en el inodoro mientras mis párpados caían. Me levanté y tomé mi cepillo de dientes y le puse pasta dental pero antes de poder llevarlo a mi boca alguien me tomó de los hombros. Todo fue tan rápido que ni siquiera sabía si se habían metido a robar o si era alguien familiar. Un rostro apareció en mi campo visual; Joel. Me besó sin importar que mi boca apestara a basurero. Sentí como me alzó en mi propio lugar. Todo era tan confuso para mi, ayer solo me hablaba sin siquiera inmutarse y ahora me besaba y me abrazaba. Que hombre tan bipolar. Lo miré y entonces entendí con claridad lo que sucedía; lo ascendieron de puesto.

Sonreí antes de darle un pequeño beso en los labios, - Eres la mejor, ¿lo sabías?

Reí, - Lo sé, lo sé. Ahora, si me permites, haré algo con el olor a basurero que sale de mi boca.

Él solo se apartó un poco pero nunca se fue, solo se quedó mirándome fijamente mientras lavaba mi boca y cuando terminé, tomó mi cintura pegando a él y me besó con amor, - De verdad lo siento. Siento haberte hablado como lo hice. Yo...

No lo dejé terminar interrumpiéndolo con un beso, - Ey, ya no importa. Estamos bien, tú estás bien. - le regalé una sonrisa - Felicidades vicepresidente.

Él sonrió y volvió a besarme. Honestamente me alegraba por la felicidad de Joel. No me gustaba que estuviera molesto y menos si era yo la culpable. Por lo menos las cosas volverán a ser lo de antes.

*

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Bad Girl - Segunda Temporada {Joel Pimentel}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora