Bad Girl - Segunda Temporada {Joel Pimentel}

Capítulo 2

La secretaria.

Cerré mi casillero poniendo mi toalla encima de mi hombro. Terminaba de practicar tiro y estaba dispuesta a darme un baño. Iba a dar un paso pero antes de que pudiera salir unos brazos fuertes se interpusieron impidiéndome el paso.

Levanté la mirada para ver al oji-azul, - Hola, hermosa.

Rodee los ojos irritada, - ¿Que quieres Bayron?

-¿No te gustaría que nos ducháramos juntos?

Lo miré con asco y levanté mi mano señalando mi dedo anular, - ¿Vez esta sortija? Es sinónimo de que estoy casada. Felizmente casada de hecho. Vuélveme a hablar así repugnante rata asquerosa y olvídate de la familia feliz que alguna vez soñaste tener. Te romperé la madre si no te alejas.

Me miró con precaución para luego relajar su expresión y reír, - ¿Tú y cuantos más?

Miré mi sortija de compromiso y sonreí, levanté la mirada y lancé un fuerte puño que hizo que cayera de espaldas al suelo. Me acerqué antes de patear sus testículos y susurré, - Esto solo es una advertencia, a la próxima no me importará romperte la cara.

Caminé hacia las duchas, encontrándome a Sara, una de las agentes, en camino, - ¿Todo bien con Bayron?

Reí asintiendo.

-Dice ni que tú eres su próxima conquista.

Carcajeé fuertemente, - Es un idiota.

Saliendo de duchar, me puse mi uniforme y salí hacia mi auto. Hoy fue un día algo pesado; fuimos a investigar al tal Tycho pero la bodega donde se ubicaba estaba vacía.

Finalmente llegué a casa, agotada. Quité mi uniforme y me puse una camisa de Joel. Caminé hacia la cocina y tomé el teléfono del apartamento para ordenar una pizza.

En ese momento escucho la puerta de entrada cerrarse. Dirigí mi vista a Joel quien venía soltando su maletín desde la puerta.

Se acercó a mi y me dio un beso; un beso algo deseoso. Pasé mis manos detrás de su cuello. Bajó sus manos hacia mi trasero para subirme al gabinete de la cocina. Me deshice de su corbata, aferrando mis labios a su cuello; inhalando su colonia varonil. Era algo que simplemente me volvía loca.

Iba perdiendo mis sentidos, todo se volvía nublado para mi y el placer me cegaba. Joel comenzaba a quitar mi camisa hasta que tocaron la puerta.

-¡Entrega de pizza!

Joel y yo nos miramos, fastidiados. Me bajé del gabinete y acomodé mi cabello un poco. Tomé el dinero de la mesa y se lo entregué al repartidor a cambio de la pizza. Me giré cerrando la puerta detrás de mi, - ¿Pizza?

Él solo rió, se acercó, besó mis labios y se dirigió hacia el baño. Suspiré profundamente antes de tomar el primer pedazo de pizza.

{...}

Salí a almorzar, no sin antes pensar en Joel. Ayer había estado muy raro. Ni siquiera dirigió palabra conmigo, solo me besó y ya. Literalmente se comunicó conmigo a través de un beso. Era algo realmente extraño, cada vez que llega del trabajo él habla conmigo acerca de su día, pero ayer fue diferente.