Entonces el Karma me susurró; y sus palabras se mezclaron con mis lágrimas mientras recorrían mis mejillas:
"Y como otras veces te subirás ilusionada a su Torre de Babel destinada a derrumbarse.
Ascenderás ansiosa guiada por su dulce mano, y tus sueños se reflejarán en sus pupilas cuando sonría. Él te dará alas para que puedas volar y tú le irás otorgando poco a poco tu corazón de una manera sutil, leve , inconsciente e instintiva.
Él la recogerá con sumo cuidado y la cuidará poco a poco. Poco. Tan solo lo suficiente para escurrir su reflejo en lo más profundo de ella, lo justo para grabar su nombre en las paredes de tu amor. Lo justo para poder esfumarse en busca de aventuras, abandonándote sola y cansada de nuevo. Lo justo para que puedas sentir su marca aun caliente en tu cama y ver su imagen impresa en la oscuridad de tus ojos cerrados por la noche. Lo justo como para darte cuenta que todo había sido efímero como una estrella fugaz que se lleva tu deseo al oscuro cielo de la noche cerrada.
Y caerás en la desgracia llorando océanos de dolor.
Pero las lágrimas taparán a aquella sombra en tus esquinas que te acompaño todas esas noches de sufrimiento. Aquella sombra que recogía las lágrimas como oro en paño y cuidaba de tu frágil corazón cuando nadie más estaba.
Aquel que navegó innumerables veces en tus tormentas de lo ilógico , aquella gota en tus rocíos de mañana que alumbraba tus días.
Nunca estuviste sola , sabes?
El siempre estuvo ahí, luchando con tus monstruos, haciendo de tus quimeras las suyas, sujetándote ante el crudo destino que amenazaba con llevarse tu vida como una pluma ante un tifón. Quien levantó las fichas de tu partida, quien te ayudo a ponerte de pie tras los desgarradores envites del odio y el egoísmo de tantos que conspiraron contra ti?
Siempre en una sombra oculto de tu mirada, arropándote en las frías noches de invierno, bebiendo de los despojos de tu malestar.
Y ahí seguirá tras cada puñalada recibida , siempre fuera de tu mirada, condenado al eterno olvido.
Ya así seguirá siendo.
Tu cayendo y el recogiéndote.
Amaras a quien no te ama por no amar a quien te amó."
Y con estas palabras me dejó sola de nuevo en el frío suelo de mi habitación empapado aún por lágrimas alcohol y sangre.
0.6.0
